Llevamos más de 120 días de campaña electoral. Sí, lo han leído bien: 120 días, que es lo mismo que 4 meses o, si lo prefieren así, desde marzo. ¡Ahí es nada! Y todavía nos queda, casi, otro mes. Tantos y tantos días con lo mismo: ¡Que viene el lobo!

Ante tanto miedo, Yolanda Díaz, la candidata que dice que lo es porque ha escuchado al pueblo (sic), debe haber pensado que, entre miedo y miedo, hay que dar alguna alegría, así es que nos ha dicho que, si ella fuera la presidenta del gobierno, daría 20.000 euros a todos lo que cumplieran 18 años. Es decir: 10.000 millones de euros cada año.

Semejante ocurrencia, como la de trabajar menos horas a la semana, me ha hecho recordar dos episodios bochornosos que ocurrieron en España hace más de una década. Resulta que en Cataluña se está construyendo, desde ya no se sabe cuándo, la Línea 9 del metro. Se había presupuestado en 3.500 millones de euros y ya se debe haber llegado a los 20.000, y todavía no está terminada. Bien, seguimos.

Una delegación de Suecia o Noruega -no lo recuerdo bien- vino a Barcelona a interesarse por la ingeniería de la Línea 9. Una línea con estaciones Feng Shui, para que nos entendamos. Quedaron maravillados. Y los periodistas les preguntaron si pensaban hacer algo semejante en su país. Y su respuesta no pudo ser más clara: "Nosotros no somos tan ricos".

Otra delegación, esta vez del gobierno de los Estados Unidos, con su secretario de Transportes a la cabeza, visitó España más o menos en las mismas fechas que la de los nórdicos estuvo en Barcelona. Los americanos estaban interesados por la red de alta velocidad ferroviaria española. Quedaron también maravillados. Y los periodistas les hicieron la misma pregunta: ¿Piensan hacer el AVE en Estados Unidos?

Va, venga, ¿se imaginan la respuesta? Lo han acertado: “Nosotros no somos tan ricos”. ¿Qué pensarán ahora de lo prometido por Yolanda Díaz?