Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Por qué Antena 3 no ha logrado ganar a Telecinco con la boda de Tamara Falcó

La boda más cebada del año.
Sonsoles Ónega durante el especial sobre la boda de Tamara Falcó de su programa
Sonsoles Ónega durante el especial sobre la boda de Tamara Falcó de su programa
Atresmedia
Sonsoles Ónega durante el especial sobre la boda de Tamara Falcó de su programa

Sin noticia se puede hacer un programa especial. Lo ha demostrado Antena 3, que este sábado ha realizado un particular despliegue para retransmitir la boda de Tamara Falcó sin ni una sola imagen del enlace matrimonial. Resultado: la peli de tarde ha dado paso a una emisión vacía, de constante especulación y juicios de valor sin ningún valor. Valga la redundancia. Como mucho, tales sentencias han podido hacer algún que otro daño al espectador. Sobre todo cuando resonaban en el plató frases del estilo "una persona nunca cambia". Bien de trazo grueso.

Aunque da la sensación que la táctica de Antena 3 con este especial simplemente ha sido intentar aprovechar el supuesto reclamo de la boda Falcó para promocionar 'Y ahora Sonsoles' entre el público, pues el magacín de Sonsoles Ónega necesita coger carrerilla de cara a septiembre. Entonces, tendrá que competir con el estreno de Ana Rosa Quintana en las tardes de Telecinco. Que irrumpirá combativo de reclamos y feroz de fichajes estelares. 

Hasta ahora, Telecinco era la referencia del reality show del corazón en directo. Lo sigue siendo. Pero, tras el final de Sálvame y el giro hacia el color blanco perla de la programación de Mediaset, Antena 3 está tomando posiciones para recuperar relevancia en el género del entretenimiento ligero pegado a la actualidad. Los magacines son vitales para convocar citas diarias de compañía que se quedan en la rutina de un espectador. Más aún en tiempos de tele enlatada bajo demanda. Sin embargo, en 2023, el corazón ya no puede basarse en la previsible elegancia súbdita y la cizaña con el cebo de exclusiva. De hecho, por momentos, los contertulios de 'Y ahora Sonsoles' transmitían cierta obsesión con demostrar tener primicias, lo que fomentaba una pelea de quién tenía el cotilleo más grande. Y como espectador era sencillo aturullarse, mientras Sonsoles Ónega intentaba ordenar el caos e ir hacia algún lugar. Lo malo, no había ningún lugar. Ya sabíamos que no se iba a ver a los novios vestidos de novios por una exclusiva millonaria.

En Telecinco, a la misma hora, también estaban a tope con la boda en 'Fiesta', aunque el enlace no era el centro del espacio de Emma García, que estaba con un punto más gamberro y con cara de tengo otras prioridades en mi vida. Lo que hacía a 'Fiesta' más digerible por relajado entre tanta sobreactuación matrimonial.

La tele se está olvidando que el corazón es el divertimento de la intrascendencia".

'Fiesta', de la productora de Ana Rosa Quintana y con la ventaja de que ya tiene la costumbre hecha en el sábado tarde, ganó en el promedio de audiencias a 'Y ahora Sonsoles', que se queda con sus datos habituales.  La sobrevalorada boda de Tamara Falcó no disparó el número de espectadores. Está inflada en expectativas por las propias cadenas. En total, el programa de Antena 3 reunió 951.000 espectadores y un 11,6 por ciento de share, superado por un Telecinco, en horas bajas, que congregó 1.128.000 espectadores y un 12,9 por ciento de share de media. El acierto de Mediaset es que no se centró sólo en un acto social sin tener ninguna imagen y lo enfocó terrenalizando tanta pompa de cartón-piedra. 

En la televisión de hoy para fidelizar telespectadores mucho más importante que lanzar una exclusiva efímera es crear una familia de personas reconocibles, representativas de la sociedad, y con la capacidad de sacar punta a lo que sucede más allá de la obviedad en un evento que representa la comercialización de la ostentación y del estatus. 'Y ahora Sonsoles' tiene perfiles en este sentido, como el filósofo David Pastor Vico. Estimulante y constructivo.

Pero en el especial de Antena 3 se huyó de ser originales y se optó por el lado más evidente y conservador de la clásica prensa rosa. Error,  la boda de Falcó necesitaba rebajar intensidades huyendo de lo clásico. Que bastante clásico es el palacio donde se celebra ya de por sí. Encima, sin imágenes de la boda, lo fácil era caer en suposiciones, clichés y mucha moralina. Y qué antiguo es decir a otros cómo deben de ser, hacer y crecer. La tele está regresando al pasado poniéndose muy finamente trascendente en las cosas del cuore. Y se olvida de que el corazón es sobre todo el divertimento de la intrascendencia.

Borja Terán
Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

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