El patrimonio millonario del matrimonio formado por Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Tres años después de conocerse, y tras superar una larga sucesión de peripecias -con ruptura incluida-, Tamara Falcó e Íñigo Onieva ya son marido y mujer. La pareja se dio el 'sí quiero' el sábado 8 de julio en El Rincón, el palacio de la marquesa de Griñón. Lo cierto es que pensar en el lugar donde tuvo lugar la boda ya da pistas sobre el gran patrimonio que hay detrás del matrimonio formado por la aristócrata y el empresario, una de las uniones más polémicas e influyentes de la socialité española.

Aunque la familia más conocida es la de Tamara Falcó, el entorno de Íñigo Onieva también puede presumir de pertenecer a un clan de éxito en el mundo empresarial. Tal y como informó El español, los Molas, familiares por parte de madre del empresario, son unos ricos empresarios procedentes del País Vasco.

El padre de Carolina Molas -madre de Íñigo-, Carlos Molas Ruiz, creó en 1963 Cemevisa 2000 S.A., una empresa dedicada a la distribución especializada de electrodomésticos de grandes marcas que en 2021 tuvo unas ventas que rozaban los 75,6 millones de euros con un activo total de casi 29,8 millones de euros. Además, en 1975 fundó Inmobiliaria Ibaiondo SA, que recauda 900.000 euros anuales de forma reiterada. Su mujer, María Eugenia Urrutiaciorraga Ibarra, creó Qubbos Equipamiento del Hogar S.L.

Desde que falleció el patriarca de la familia en 2014, Carolina cuenta con 13 cargos en ocho sociedades, según el Registro Mercantil y de acuerdo con lo que comenta el citado medio. Todas ellas suman millones de euros, y los hijos de la empresaria, Íñigo, Alejandra y Jaime heredarán con el tiempo una gran fortuna.

Íñigo Onieva Sr, padre del novio, es el director global de e-commerce del Grupo Barceló. Ostenta cuatro cargos en tres sociedades, entre ellas Hormigones y Minas S.A. Tiene unas ventas de unos 3,4 millones de euros. Hace dos años abrió junto a dos socios la discoteca Lula Club.

En cuanto al patrimonio de Tamara, se podría empezar por comentar que El Rincón está valorado en unos siete millones de euros. Es una propiedad que fue construida durante el reinado de Alfonso XIII y de la que la marquesa heredó una parte tras la muerte de su padre, Carlos Falcó, que compró la mitad restante junto a su hermano Manolo Falcó.

Por otro lado, Tamara también posee un ático en la madrileña urbanización de Puerta de Hierro en Madrid. Se trata de un ático valorado en 1,5 millones de euros y que consta de 186 metros cuadrados con acabados de primera calidad, cuatro habitaciones, tres baños y dos terrazas. 

Además de esta propiedad, la cual adquirió hace dos años, Tamara tiene otras fuentes de ingresos, empezando por sus colaboraciones en El hormiguero, el segundo programa de televisión por el que ha pasado después de participar en MasterChef Celebrity. La marquesa ganó en 2019 el concurso de RTVE, en el que cobró 15.000 euros semanales. Por las 13 entregas reunió un total de 195.000 euros.

La hija de Isabel Preysler reforzó su popularidad tras su paso por el talent, lo que le permitió perpetuar su vinculación con el mundo culinario: dos años después se diplomó en la prestigiosa academia de alta cocina Le Cordon Bleu de Madrid, presentó el libro Las recetas de casa de mi madre e hizo de El Rincón un selecto restaurante, tal y como mostró en el reality de Netflix que protagonizó, La marquesa.

En los últimos años su presencia no solo ha aumentado en los medios de comunicación, ya que la marquesa también es muy activa en las redes sociales, que le sirven para atar lazos con otras empresas. Tamara ha llegado a ser imagen de firmas de cosmética como Sisley y Opi y ha colaborado con el hotel Ritz.

Amante de la moda, también se ha preparado como diseñadora, y una muestra de ello es la segunda colección que presentó para Pedro del Hierro con su firma TFP.

En 2009 fundó Gypset Living SL, una empresa dedicada a la representación de profesionales vinculados a diversas actividades. Antes se denominaba Falcó Preysler S.L.