Pedro Sánchez necesita ir cambiando de registro estos días y del cara a cara con Alberto Núñez Feijóo ha saltado al ruedo de la OTAN, con su presencia estos días en la cumbre de Vilna. Pero los temas se mezclan en plena campaña electoral del 23-J y el candidato socialista muta entre esta condición y la de presidente del Gobierno. "Los ciudadanos lo que se merecen es escuchar propuestas", apuntó sobre el debate. "Eso es lo que hice".

En el otro lado, aseguró, tuvo a un PP "sin proyecto ni programa", que planteó "una montaña de mentiras". Acusó a su oponente de usar "el terrorismo de ETA" como argumento y considera que quien tiene "un proyecto de país es el PSOE y no el señor Feijóo". Para Sánchez, los populares están "abrazando a Vox" y repitió que lo que se juega en las generales es "si España sigue avanzando o se mete en un túnel generoso" con un Ejecutivo de derechas.

Tuvo espacio también para hablar del encuentro en Lituania. "Queremos trasladar el compromiso de España con la OTAN", apuntó Sánchez a su llegada a Vilna, desgranando también los planes que tienen los líderes y recordando que se sigue el camino marcado en la cumbre de Madrid. "Vamos a hablar de la cohesión de los aliados en torno a los principios de la OTAN", sostuvo, y quiso trasladar el "apoyo" a Ucrania y además confirmó el despliegue de soldados españoles tanto en Eslovaquia como en Rumanía para "reforzar el frente oriental" de la organización. Pide, además, "no olvidar el flanco sur".

El presidente del Gobierno respondió brevemente que España mantiene su idea de aumentar el presupuesto en Defensa en los próximos años, un planteamiento que además comparte el PP -y que muy probablemente se mantendría si hay un cambio de Gobierno-. En ese sentido, Sánchez ve importante la continuidad de Jens Stoltenberg como secretario general de la Alianza, porque el objetivo es, concluyó, "mandar un mensaje de certidumbre".

Con el desbloqueo por parte del Turquía a la entrada de Suecia en la Alianza Atlántica la cumbre se da casi por amortizada, pero además el secretario general espera también "una señal clara" para Ucrania, que no va a acceder a corto plazo pero sí puede ver allanado el camino. "Espero que acuerden sobre la necesidad de acercar a Ucrania a la OTAN y retirar el Plan de Acción para la Membresía (MAP)", expresó el político noruego.

Los aliados no quieren hablar de un calendario, pero el mensaje parece claro. "Estén seguros de que el mensaje será fuerte, unido y positivo de los aliados. Esto es del camino a la adhesión pero también de la lucha militar", terminó un Stoltenberg que afronta el cónclave con optimismo, pero también con mucha cautela.