Madrileños sin vacaciones de verano: "Ver como tu entorno se va y tú te quedas es duro"

El calor ya aprieta en Madrid. Y se nota. Muchas personas han comenzado ya sus vacaciones y han huido de la capital en busca de cambiar de aires, refrescarse y desconectar de sus obligaciones. Playa, montaña, destinos internacionales, nacionales, cerca, lejos... Son muchas las ofertas entre las que elegir. De hecho, solo en la primera operación salida, cerca de 800.000 personas salieron de la región. Sin embargo, hay personas que ven estos viajes como un privilegio que no pueden permitirse este año. Trabajar, estudiar, motivos económicos... Son muchos los motivos que este verano atan a la gente a la ciudad.

Todos ellos coinciden en algo: lo frustrante que es ver cómo la gente de su entorno deja Madrid para disfrutar de, al menos, unos días de vacaciones mientras ellos deben quedarse. Es el caso de Carolina, que tendrá que pasar los meses de julio y agosto por completo en Madrid, ya que debe cuidar a su madre— también Carolina—, que sufre demencia. "Evidentemente, ver que las personas de tu entorno salir, tener sus vacaciones y tú quedarte... es duro", explica. Sin embargo, esta situación se complica aún más como consecuencia de la dependencia que sufre su madre. Debe estar con ella en todo momento.

Héctor Vila

"Mi madre es dependiente. Tiene demencia, una enfermedad degenerativa, y ha llegado un momento en el que ya no puede estar sola", explica. "Ella necesita tener a alguien a su lado para las tareas diarias y, yo ahora mismo, no puedo disponer de nadie", continúa. Y es que, aunque tiene un hermano, es Carolina la que se hace cargo de su madre normalmente. Él va de visita los domingos por la tarde un rato, pero la tarea recae fundamentalmente en Carolina.

Aunque no vaya a tener vacaciones, Carolina aprovecha ese rato en el que su hermano va de visita para dedicarse tiempo a sí misma. También lo hace mientras pasa tiempo con uno de los voluntarios de la Fundación Amigos de los Mayores, "una persona encantadora". Todos los miércoles se acerca hasta la casa durante dos horas para dar paseos, charlar, jugar... Es otro rato en el que Carolina también puede "desconectar" de sus obligaciones. "Lo necesito por salud mental", comenta.

Hector Vila

Su madre acude también a un centro de día y a las diversas actividades que organizan desde la fundación, algo que es beneficioso para ambas. Mientras Carolina puede hacer sus propios planes, su madre socializa con personas fuera de su entorno. "Le ayuda mucho a salir de casa y cambiar un poco de rutina", explica. "Es algo muy bueno para gente que padece este tipo de enfermedades", añade.

Opositar en verano

Cristina también se quedará en Madrid durante el verano, aunque el motivo es distinto al de Carolina. Tiene que acudir de lunes a sábado a una academia, de 8.30 a 22.30 horas, para preparar el examen del MIR, al que se presentará el próximo mes de enero. "Es un curso intensivo que empezó el 26 de junio y que tiene una duración de siete meses", explica. Por este motivo, salir de la ciudad durante estos meses se ha convertido en una misión imposible para ella.

"Me da bastante pereza tener que quedarme, sobre todo con este calor y viendo que de mi entorno no se va a quedar mucha gente", comenta. Y es que es la primera vez que vive esta experiencia, la de pasar un verano en Madrid. Sin embargo, aprovechará los domingos, su día libre, para intentar desconectar y hacer planes diferentes.

"Los domingos los cojo siempre con muchas ganas", apunta. Barbacoas, ir a tomar algo por Madrid o alguna escapada a algún pantano son algunas de las alternativas que Cristina ha buscado para hacer más livianas estas fechas. Además, es consciente de que el "esfuerzo" que está ahora realizando es por una buena causa, cumplir su sueño como médico.