Perros

Estas son las razas de perros que mejor conviven con los niños

Una niña paseando a su perro.
PIXABAY

Los perros son conocidos como el mejor amigo del hombre, pero también pueden ser el compañero perfecto para los más pequeños de la casa. Su lealtad, ternura y paciencia hacen de ellos unos aliados ideales para compartir el día a día con los niños. 

No obstante, debemos tener en cuenta que no todas las razas se adaptan igual de bien a la convivencia con niños, especialmente si hablamos de aquellos que proceden de un refugio de animales o una protectora, que pueden traer consigo su propia mochila de miedos o inseguridades, lo que puede complicar la relación.

Razas de perros como los Golden retriever, los Labradores, los Beagles y otros de tamaño pequeño se han popularizado como las más adecuadas para las familias con niños pero, la realidad es que tan solo un porcentaje muy pequeño del comportamiento de nuestros perretes viene condicionado por la raza.

Entonces, ¿cómo saber qué tipo de perro es el adecuado para convivir con nuestros niños? "Todas las razas son nombres y todos sus perfiles coinciden en rasgos muy positivos como la vida en familia, el afecto hacia los niños y la convivencia con otras especies", afirman desde la Fundación Affinity. "Cualquier perro, de raza o mestizo, puede convertirse en el mejor amigo de los niños si ha sido bien socializado y adiestrado en positivo".

La socialización es la clave cuando se trata de elegir un perro con el que convivir y, por eso, muchos perros adoptados pueden no ser la elección ideal en este aspecto. "El comportamiento de los perros depende de la socialización, de la educación y del entorno que le vayamos a dar", aseguran desde la fundación.

"En el caso de los cachorros, el entorno entre los 21 días y las 12 semanas tendrá un papel fundamental en el resto de su vida", explican. "Si queremos fomentar una excelente relación entre perros y niños, hay que subrayar el papel de los adultos y padres de familia en la construcción de un vínculo saludable". 

Además, no es solo una cuestión de educar a nuestro perro, sino también de hacerlo con nuestros hijos durante el proceso. "En el caso de adoptar un perro adulto en una protectora, es clave hablar con las personas que lo conocen y que han estado a su cargo para saber cómo es y cuál es su comportamiento", afirman desde la fundación.

"Es importante saber que los animales que ya han completado su socialización también pueden adaptarse y convivir adecuadamente", cuentan. "Si nos guiamos solo por los estereotipos ignoraremos el potencial del vínculo afectivo que formamos con los animales, independientemente de su raza, tamaño, color o edad".

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