Madrid

Almeida tira de la absoluta para su primera medida: modernizar las normas urbanísticas

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, junto a su núcleo de confianza en el Pleno extraordinario de este lunes.
Miguel A. Pedrera

Primera gran medida del segundo mandato de José Luis Martínez-Almeida: modernizar el Plan General de Ordenación Urbana de 1997. Y primera vez que los populares se bastan de su mayoría absoluta en el Pleno de Cibeles para aplastar los votos en contra de Más Madrid y PSOE, y la abstención de Vox. No sin polémica, eso sí, puesto que la oposición ha anunciado que llevará la modificación de las normas urbanísticas ante los tribunales. Despreocupado, apenas un mes después de su toma de posesión, el alcalde del PP ha celebrado que con esta regulación la capital dará "un salto adelante en materia urbanística", para mantenerse como "la locomotora y el motor de transformación de España".

Tras 26 años de vigencia, la normativa que rige el urbanismo de la capital se adapta a "los cambios producidos, tanto sociales y económicos como legislativos y tecnológicos", ha celebrado este lunes el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante. El texto fue redactado por su predecesor, el concejal de Cs Mariano Fuentes, pero quedó paralizado en diciembre del año pasado al no lograr apoyos suficientes ni a la izquierda ni la derecha municipal. Ahora, solo falta que la Comunidad de Madrid dé el okey definitivo. Y, a futuro, el objetivo es "trabajar en un nuevo PGOU", ejercicio que podría llevar varios  años.

La nueva regulación aborda, entre un sin fin de asuntos, dos realidades muy controvertidas en la ciudad, como son las cocinas fantasma y los pisos turísticos. Las primeras podrán implantarse en zonas residenciales siempre que se encuentren en locales de uso industrial, con un máximo de 350 metros cuadrados y zona de carga y descarga en su anterior. Los cambios aterrizan justo antes de que decaiga la moratoria que impedía hasta el próximo agosto que se pudieran encender los fogones frente a viviendas o incluso colegios, como el CEIP Miguel de Unamuno, donde 13 chimeneas daban al patio de pequeños. Las viviendas de uso vacacional no verán, por su parte, ninguna novedad, más allá de acatar el Plan Especial de Hospedaje que impulsó Manuela Carmena y que les exige una entrada independiente. 

Según ha celebrado Carabante, esta nueva regulación impulsará la creación de "4.182 empleos e incrementará en 215 millones el PIB al introducir agilidad administrativa". Entre otras novedades, el expediente no permite construir viviendas de menos de 40 metros cuadrados, abre la puerta a que en los suelos de uso dotacional puedan construirse casas en régimen de alquiler y gestión pública, recoge el cohousing y coliving, caracterizados por los espacios comunes, e introduce el 'factor verde', para aumentar la sostenibilidad en las nuevas edificaciones. 

Sin consenso y con denuncia

Siguiendo el guion previsto, la modificación de las NNUU no ha contado con el respaldo de la oposición en Cibeles, que ha criticado duramente la normativa. Más Madrid, incluso, ha anunciado que emprenderá acciones legales por tratarse de una "revisión encubierta" del Plan General. "Llevaremos a la Justicia este atropello para que no se salten la ley una vez más", ha asegurado su portavoz, Eduardo Rubiño, ante la ausencia de Rita Maestre. Tras el Pleno, el alcalde ha dicho no sentir miedo al recurso contra el expediente porque "cumple con la normativa" y porque "siempre" que el principal grupo de la oposición ha acudido a los tribunales "al final nunca han estimado sus pretensiones".

Para Rubiño, en todo caso, "lo peor" de las normas urbanísticas es que "no resuelven el problema de la vivienda", además de que no da solución a la proliferación de locales de apuestas en barrios como Usera y solo generarán "la ley de la selva" con las cocinas industriales. 

Misma denuncia que la del PSOE, que por boca del edil Pedro Barrero, han afeado que se haya dejado "en un limbo" la concesión de estas licencias, lo que propiciará su auge. Más tarde, la portavoz socialista, Reyes Maroto, ha recriminado a Almeida que inicie su mandato "gobernando contra el interés de los madrileños" con unas normas- a su juicio- "sin ambición y que favorecen a promotores inmobiliarios y especuladores".

La portavoz del Grupo municipal PSOE Madrid, Reyes Maroto,  tras el Pleno extraordinario en el Palacio de Cibeles.
Europa Press

Vox, al contrario que en otras votaciones anteriores a la misma norma, ha optado por abstenerse. De acuerdo con el concejal  Ignacio Ansaldo no han mostrado respaldo al texto porque incorpora "la religión de la Agenda 2030 y la perspectiva de género", pero tampoco han votado en contra "por responsabilidad". Una "contradicción" a ojos de Carabante, que ha acusado al partido que lidera Javier Ortega Smith de ser "los mejores aliados de la izquierda y el sanchismo en la ciudad de Madrid".

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