La otra excepción ibérica: España, el único de los grandes países de la UE sin presidentas... ni candidatas con opciones de gobernar

Mujeres influyentes en la política europea
Mujeres influyentes en la política europea
Henar de Pedro
Mujeres influyentes en la política europea

En la Unión Europea las mujeres que lideran sus gobiernos son, por mucho, una minoría. Actualmente del total de 27 Estados miembros solo tres están liderados por una figura femenina, pero además en el caso de España la cuestión es todavía más relevante: nunca ha tenido una presidenta, pero tampoco a ninguna mujer que haya estado realmente cerca de serlo. ¿Convierte esto al país en una rara avis? No tanto, pues ahora solo los Ejecutivos italiano, danés y estonio suenan tiene a una mujer a la cabeza, pero con la cercanía del 23-J es relevante preguntarse el porqué de la situación española.

En Europa ahora hablamos de minoría femenina al frente de Gobiernos, pero no siempre ha sido así. Por ejemplo, hasta ahora el Reino Unido ha tenido tres primeras ministras, como son Margaret Thatcher, Theresa May y la breve Liz Truss. Ese casillero lo inauguró recientemente Italia, con Giorgia Meloni como primera ministra, pero además en el país transalpino también la líder de la oposición es una mujer, Elly Schlein, del PD. Sanna Marin en Finlandia, Magdalena Andersson en Suecia, Sophie Wilmes en Bélgica o Mette Frederiksen en Dinamarca (aunque solo la última sigue en el poder) se añaden a la lista. Incluso Grecia tiene desde 2020 a su primera presidenta, Katerina Sakellaropoulou.

Francia, en cambio, todavía no sabe lo que es tener una presidenta; pero eso no quita para que haya estado cerca, con Marine Le Pen compitiéndole dos veces la carrera a Emmanuel Macron. En las últimas elecciones, celebradas en 2022, la líder de Reagrupación Nacional alcanzó el mejor resultado histórico de su formación, con un 41,46% de los votos en la segunda vuelta. Queda todavía la duda de si querrá volver a intentarlo en 2027. De momento, se mantiene como líder de la oposición.

Eso sí, el referente del liderazgo femenino en Europa sigue siendo para muchos Angela Merkel, que fue canciller alemana durante 16 años. Merkel representa de hecho para muchos un modelo de cómo ese liderazgo de una mujer al frente en este caso del motor de la UE es una cuestión que trasciende los tiempos, pues capitaneó al país en épocas de bonanza, pero también de crisis como en 2008 -aunque Alemania no solo salió airosa sino que impuso recortes al resto-, en 2015 con los refugiados y en 2020 durante la pandemia de Covid.

En España la situación es más compleja. Si se mira el mapa político de los últimos años son pocos los nombres de mujeres que han sonado o han sido candidatas a las elecciones generales. Por ejemplo, ni el PSOE ha tenido nunca una secretaria general ni el PP una líder que optase a llegar a la Moncloa, aunque sí estuvo cerca de ser presidenta del partido Soraya Sáenz de Santamaría. Acabó perdiendo las primarias frente a Pablo Casado, igual que Susana Díaz con Pedro Sánchez en el caso socialista. 

Ciudadanos sí puede presumir de liderazgo femenino con Inés Arrimadas, candidata en Cataluña, vencedora de las elecciones autonómicas en 2017 y después presidenta de la formación naranja y portavoz en el Congreso, ya en esta última etapa. En la izquierda la cabeza visible ahora es Yolanda Díaz, candidata este 23-J con Sumar, pero además Podemos cuenta con Ione Belarra como secretaria general, aunque en este caso los morados van integrados en la propuesta de Díaz y por tanto la navarra no es candidata a los comicios. Así, el Palacio de la Moncloa está o ha estado lejos de las féminas que están o han estado en la primera línea de la política patria.

Ana Salazar, directora de Idus3 Estrategia y miembro del Consejo Directivo de ACOP, explica a 20minutos que "la representación de mujeres al más alto nivel es una asignatura pendiente". Pero en este sentido incluye una diferenciación importante entre el sentir de la ciudadanía y el de las propias formaciones políticas: "Si bien considero que la sociedad española está preparada para tener una mujer al frente del gobierno de la nación, no tengo tan claro que sean los partidos de gobierno los que estén igualmente preparados para un liderazgo femenino".

Salazar recuerda que "ya hemos visto a mujeres liderando gobiernos autonómicos, mujeres ostentando la presidencia del Congreso de los Diputados y del Senado, pero nos queda aún ver a una mujer presidiendo el gobierno, así como a una reina titular, por así decir, aunque este último escenario parece más certero que el anterior". Al mismo tiempo, ve importante medir también la igualdad "en función a la capacidad o a las oportunidades para ocupar espacios en otros niveles institucionales, quiero decir, el número de diputadas, senadoras, parlamentarias, alcaldesas, ediles".

Los de Susana Díaz e Inés Arrimadas son para Salazar "dos casos diferentes" en los que el componente del partido precisamente tuvo mucho peso. Y en otros países de Europa la fotografía es diferente en función de dónde miremos. "Ni el género ni la edad parecen ser impedimentos para poder liderar un país, sin embargo en la mayoría de países occidentales la tónica general es que el poder lo siga ostentando un hombre de mediana edad, España incluida", termina Salazar tras enumerar nombres como los de Sanna Marin o Margaret Thatcher, por incluir el componente intergeneracional.

En la mayoría de países occidentales la tónica general es que el poder lo siga ostentando un hombre de mediana edad, España incluida

Por su parte, el politólogo Edu Bayón añade que "no hay un problema de las mujeres en puestos altos en política en España, sobre todo si lo comparamos con el mundo empresarial". En política, dice, esto se ha ido paliando por ejemplo "en las formaciones de los gobiernos, con vicepresidentas con un papel muy relevante, ya no solo en la última legislatura; también se vio durante la época de Rajoy". Así, el no haber tenido una presidencia, sostiene Bayón, "no es algo exclusivo de España, porque tampoco la han tenido Francia o Portugal".

Sobre la lejanía de la Moncloa para las políticas españolas, Bayón se apoya en el ejemplo de Arrimadas para hablar de un concepto que son "los precipicios de cristal", consistente en "heredar partidos o liderazgos de partidos en situaciones ya críticas". A esto se suman también, comenta, "decisiones internas de los partidos que frenan esas carreras", con nombres como Susana Díaz, Carme Chacón o la ya citada Soraya Sáenz de Santamaría.

Es relevante también el papel de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Sobre su liderazgo las fuentes comunitarias consultadas no profundizan demasiado, pero sí inciden en que "ha construido un perfil muy propio y elogiado en un momento realmente complicado" para la Unión Europea. Lo mismo pasa con Roberta Metsola, actual presidenta del Parlamento Europeo y la tercera mujer en ocupar el cargo en toda la historia tras Simone Veil y Nicole Fontaine. España todavía tiene camino por hacer en este sentido y el 23-J no es el inicio del mismo.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento