"He venido a First Dates de punta en blanco, porque soy una choni. Me pongo pestañas larguísimas y no suelo llevar la ropa que he traído al programa, siempre voy en chándal", afirmó este miércoles Noa en su presentación en el espacio de Cuatro.

Carlos Sobera fue el que la recibió a las puertas del restaurante del amor, al que contó que estaba estudiando Comunicación Audiovisual, pero reconoció que no quería dedicarse a esa profesión.

"Quería ser cirujana plástica porque veía programas en televisión de ese tema y me encantaba la idea de poner tetas, botox, labios, quitar ojeras... me gustaba todo eso", admitió la madrileña.

El presentador quiso saber el tipo de chico que le gustaba a la comensal: "Tengo obsesión con las narices grandes de los hombres, me encantan. Hace a una persona más atractiva. Cuanto más grande tenga la nariz, más grande tiene el miembro, sobre todo, el grosor", aseguró.

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Su cita fue Nacho, que explicó: "Cuando digo que soy ingeniero, la gente se me queda mirando y piensa que soy de Letras, un nini o cosas por el estilo. Nadie me asocia con ingeniería".

"No hay queja posible con tu pareja de la noche", le dijo Sobera a Noa al ver la nariz del murciano, y añadió entre risas: "El chaval va bien equipado".

Ya en la mesa, durante la cena, Noa le contó a Nacho su obsesión por las narices grandes, algo que le gustó al estudiante de Ingeniería Mecánica, ya que, cuando era pequeño, estaba muy acomplejado, aunque en la actualidad lo tenía muy aceptado.

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Pero la velada casi acaba en fracaso cuando la madrileña le dijo a su cita que era muy celosa, y quiso saber si él tenía muchas amigas: "Son todas bellísimas por dentro y por fuera", afirmó el murciano.

Al final, Nacho sí que quiso tener una segunda cita con Noa: "Me ha parecido una chica muy agradable". Ella, por su parte, coincidió con el murciano y decidieron marcharse juntos.

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