Irán se cuece a temperaturas inhumanas y llega a 67 grados

Irán se cuece y no es un eufemismo. El país, en plena ola de calor, está alcanzado temperaturas que van más allá de lo que puede soportar un ser humano. Este pasado domingo, los termómetros registraron hasta 67 grados en el Aeropuerto Internacional del Golfo Pérsico de Irán, un calor incompatible con la vida humana. 

En este contexto y según el meteorólogo Colin McCarthy, de US Stormwatch, el aeropuerto iraní reportó un índice de calor de 66,7 grados Celsius, unas condiciones físicamente intolerables para los seres humanos y los animales, y representa un riesgo alto de muerte por golpe de calor. Esto se produjo por una combinación extraordinaria de temperaturas extremadamente altas y una humedad atmosférica abundante procedente de las aguas cálidas del Golfo Pérsico, generando un calor sin precedentes.

"Esas son condiciones intolerables para la vida humana y animal", señaló McCarthy en redes. Aunque los 66,7 grados de Irán del pasado domingo están lejos de los 81 que se registraron en el Golfo Pérsico, el 8 de julio de 2003, en Arabia Saudí.

Los expertos han dejado claro que el calor no va a terminar. El cambio climático, el Niño y la ola 'Caronte' parecen haber unido fuerzas para llevar a algunos países del mundo al extremo. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ya daba la voz de alarma al principio de este mes de julio, "imperan condiciones características de El Niño, que pueden propiciar que se incrementen las temperaturas mundiales y se generen unos patrones meteorológicos y climáticos perjudiciales". Desde la entidad perteneciente a la ONU no iban desencaminados: la primera semana de julio fue la más calurosa registrada en la Tierra. De momento.