Los riesgos de rapar a nuestro perro en verano: "Puede exponer su piel a quemaduras solares y otros problemas dermatológicos"

Guiados por lo que solemos hacer nosotros mismos en verano, es común pensar que, cuando suben las temperaturas deberíamos acudir a la peluquería canina para rapar a nuestros perros y, de esta forma, ayudarles a soportar mejor el calor. Sin embargo, el pelaje de nuestros canes no solo les sirve para protegerse del frío, cumple otras funciones que también necesitan durante los meses veraniegos.

Cuando convivimos con un animal en casa es importante informarse siempre de la mano de expertos y profesionales sobre sus cuidados básicos. Proteger y cuidar a nuestros fieles amigos de manera adecuada pasa por acudir al veterinario, consultar a un etólogo o educador canino o visitar al peluquero canino de vez en cuando.

Estos últimos son los que deberán ayudarnos a cuidar del pelaje y la piel de nuestros perretes y quienes nos desaconsejarán raparles el pelo en verano. ¿Por qué? "Si bien muchas personas creen que, al hacerlo, están ayudando a sus perros a mantenerse frescos, es importante advertir que esto puede causar más daño que beneficio", aseguran los expertos de Tiendanimal, especialistas en cuidados de animales de compañía.

"El pelaje de un perro es más que solo una estética característica, es una parte esencial de su anatomía que cumple funciones vitales para su bienestar durante todas las estaciones, incluido el verano", aclaran. 

Por este motivo, los especialistas han enumerado algunas razones clave por las que es importante no rapar a nuestros perros, empezando porque el pelaje actúa como barrera natural contra los efectos del sol y la exposición directa a los rayos UV. "Raparlos puede exponer su piel a quemaduras solares y otros problemas dermatológicos", señalan.

"Afeitar o rasurar el pelaje puede también alterar el patrón de crecimiento del pelo de un perro y, en algunos casos, este puede no volver a crecer de la misma manera", añaden desde Tiendanimal. Esto es algo que ocurre especialmente cuando hablamos de canes de pelo largo y con varias capas o mantos, como por ejemplo, los huskies.

Otra de las funciones fundamentales que realiza el pelaje de nuestro perro es que funciona como un aislante térmico, ayudando a mantenerlos frescos en verano y abrigados en invierno. "Rasurarlos puede alterar este mecanismo y hacerlos más propensos a golpes de calor", advierten los especialistas.

"Además, rasurar a los perros puede aumentar el riesgo de irritaciones, quemaduras solares, sarpullidos y la formación de costras, lo que puede provocar infecciones cutáneas", añaden. "También les protege contra las alergias causadas por el polen y otros irritantes".

Rasurarlos puede alterar este mecanismo y hacerlos más propensos a golpes de calor

Por último, debemos saber que el pelo de nuestro compañeros de cuatro patas también es una barrera física contra los insectos, reduciendo las picaduras de pulgas y garrapatas.

Sabiendo esto, hay alternativas al rapado de nuestros fieles compañeros, podemos optar por otras medidas para mantenerlos frescos y cómodos durante el verano, como cepillarles regularmente, ya que "ayuda a eliminar el pelo muerto y facilita la circulación del aire, manteniéndoles más frescos".

"También podemos proporcionarles acceso constante a agua fresca y asegurar que tengan sombra disponible para descansar en los días calurosos, realizar paseos y ejercicios en las horas más frescas del día para evitar el calor excesivo, o evitar hacer caminatas prolongadas en superficies calientes, como el asfalto, para prevenir quemaduras en sus almohadillas", concluyen los especialistas de Tiendanimal.