Música

Viajar a México montados en la voz de Lila Downs

Lila Downs, en su concierto de Valladolid.
I. Á.

La cantante mexicana Lila Downs abrió su concierto anoche en Valladolid, en el ciclo Noches Folk en San Benito, que organiza el Ayuntamiento de Valladolid, en el Patio de la Hospedería de San Benito, con la canción Son de chile, un tema sobre los diferentes tipos de chile que hay en México. Buena elección, porque así es Lila Downs: intensa, picante, pegada a las raíces, sorprendente y de esas cosas que te hacen sentir vivo.

Tras cumbias y temas que empezaron a animar al público, Lila citó una de las tradiciones del Estado de Guerrero, donde cada 52 años se celebra el Fuego nuevo de la vida, antes de entonar La Martiniana

A México se puede viajar en barco, avión o montado en la voz de esta cantante, una artista que le canta sin complejos a su tierra y a un folklore en el que se puede uno mecer balanceándose en las trenzas de Lila Downs.

En la gira Dos corazones no podía faltar la canción homónima, Dos corazones y otras canciones del nuevo disco, La Sánchez, como Mandimbo. "Pasó la pandemia y compusieron una canción a un árbol endémico de México, un árbol llamado mandimbo", explicaba la cantante a un público entregado a ese canto a las pequeñas y más importantes cosas de un país, las que marcan su identidad.

Downs mudó su rebozo en varias ocasiones, por ejemplo, para cantar Cucurrucucú Paloma, uno de los temas, por más conocido, más celebrados. Antes de El último trago (de José Alfredo Jimenez), alguien del público gritó: "¡Guapa!" y Lila estuvo al quite respondiendo coqueta: "Gracias, en un ratitito te invito a un mezcal".

El punto de inflexión de la noche llegó con Clandestino, de Manu Chao, que Lila hizo suya y levantó, literalmente al público. La gente, incapaz ya de permanecer sentada, comenzó a bailar de pie en sus localidades o a bajar al pie del escenario para danzar al son que marcaba la mexicana. 

"Compusimos un tema a las mujeres que muelen el chile y el chocolate para el bendito mole de México", decía la cantante antes de La Cumbia del Mole y Cariñito. Con eso cerró el concierto... No, qué va. 

Como no podía ser de otra manera, el público pidió más y Lila Downs se lo dio. Ahí llegaron, la nueva Vas de salida y la ya conocida Mezcalito, en la que Downs no dudó en invitar a un caballito (chupito) de mezcal. Ese afortunado no fue el único que se quedó con buen sabor de boca, pues fue un recital delicioso, que se hizo corto como ese pequeño trago de alcohol. 

Y es que artistas como Lila Downs, cantando en el corazón de España, nos hacen sentir que no nos hemos quedado tan lejos de Latinoamérica, de México, que aún están los lazos que citaba Iturbide: "Ved la cadena dulcísima que nos une; añadid los otros lazos de la amistad, la dependencia de intereses, la educación e idioma y la conformidad de sentimientos, y veréis son tan estrechos y tan poderosos".

En España, la siguiente fecha para ver a Lila Downs es en el Festival Barnasants de Barcelona, que se celebrará en el Teatro Apolo, a las 21:00 horas.

Redactor '20minutos'

Redactor especializado en Televisión, Cultura y Espectáculos, con 19 años de experiencia. Locutor, colaborador televisivo y actor. Licenciado en Ciencias de la Comunicación en la CEU. He escrito guiones de cómic de humor, así como blogs sobre realities, además de en otros campos como la Historia y Fuerzas Armadas.

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