Juan Luis Saldaña Periodista y escritor
OPINIÓN

Un afilador por el portero automático

El característico sonido del afilador, cada vez más olvidado.
El característico sonido del afilador, cada vez más olvidado.
ARCHIVO
El característico sonido del afilador, cada vez más olvidado.

Suena el portero automático. Suena flojo, suave, sin convicción. Es una llamada tímida, que parece pedir disculpas por molestar. 

-Diga.

Una voz templada, cálida y amortiguada, como la de un sacerdote o un profesor de yoga, me dice lo siguiente:

-Soy el afilador. Llamo por si necesitan afilar algo.

Se nota que ha llamado a más timbres, pero no le responde nadie.

-Necesito afilar el ingenio. ¿Puede hacer algo?

-Supongo que sí. Baje y lo vemos.

-Bajo.

El afilador tiene una bicicleta conectada de un modo rudimentario a una piedra de afilar. Lleva una gorra plana, camisa corta, la barba blanca desastrosa, pantalones largos viejos y unas alpargatas extrañas.

-A ver ese ingenio- me dice con una media sonrisa. El tipo sabe que el vecino que ha respondido con esa cantinela soy yo. No tiene más clientes en mi bloque. Decir “mi bloque”, por cierto, es una expresión sumamente extraña, como si mis vecinos y yo fuéramos copropietarios de un ladrillo gigante.

-Mi ingenio está romo. Tiene días. A veces, ni pincha ni corta. Creo que le exijo demasiado. ¿Qué se puede hacer?

El afilador me mira. Me analiza de arriba hacia abajo. Suspira y responde:

-Tú ya lo sabes.

-No es tan fácil, -insisto- deme un pulido con su piedra.

Levanta una ceja. Esboza media sonrisa. Se arranca:

-Tienes jeta. Confianza, no tanta. Empiezas a repetirte. Necesitas ver a otros, gente diferente, pero gente al fin y al cabo. Lee un poco más. No eres un ermitaño, caramba. Cambiar un poco de hábitos no te iría mal. Muévete. Estás quemado. Coge vacaciones. Si me haces caso y sigues así, con un poco de paciencia, haremos algo contigo.

Estás quemado. Coge vacaciones. Si me haces caso y sigues así, con un poco de paciencia, haremos algo contigo.

-Joder con el afilador.

-Es lo que me has pedido.

-¿Y qué se debe?

-Suelo pedir la voluntad, pero tú no tienes mucha, así que nada.

-Joder con el afilador.

-¿No querías afilar el ingenio? Ahí lo tienes. Y la próxima vez, bájame un par de cuchillos y mantén cerrada la bocaza.

El afilador se ha subido en su bici y ha tocado su chiflo misterioso que suena como si fuera a aparecerse el enano mágico de un cuento. 

Juan Luis Saldaña
Periodista y escritor

Colecciono coca colas falsas en lata y hago fotos a las bolsas de plástico en los árboles. He publicado libros de poemas y relatos. Mi última novela es "Hilo musical para una piscifactoría". Se llevó al cine bajo el título de "Miau". He sido redactor en prensa, presentador en tele y radio y ahora me piden que opine. Licenciado en derecho, MBA, máster en periodismo y doctor en comunicación e información. He tenido una agencia de marketing, alguna experiencia de éxito en comercio electrónico y doy clases en algún máster sobre esto.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento