¿Por qué Santiago Apóstol es el patrón de España?
- Este 25 de julio se celebra en numerosas localidades españolas el Día del Apóstol Santiago, una festividad que nace en la Edad Media.
- El monasterio gallego que cura los dolores de cabeza y donde su fundador murió "impresionado" por un milagro.
Corría el año 844, y durante aquella batalla en tierras riojanas, la derrota cristiana parecía inminente cuando, descendiendo de los cielos a lomos de un caballo blanco, apareció el Apóstol Santiago empuñando una espada para liderar a los cristianos en la lucha contra los musulmanes. O, al menos, eso cuenta la leyenda.
¿Quién es el Apóstol Mayor?
Los hijos del trueno, Santiago y San Juan Evangelista, eran, según los testamentos, dos hermanos pescadores del mar de Galilea, que se convirtieron en discípulos de Jesús. Para distinguirlos, al primero de ellos se le llamó Santiago "el mayor".
Cuando en el año 33 d.C., los apóstoles fueron encomendados a la misión de difundir y promover el evangelio por el mundo, San Santiago apóstol cruzó el Mediterráneo y se adentró en España, atravesando el estrecho de Gibraltar y emprendiendo un viaje hasta Galicia, que en aquella época se conocía como Gallaecia.
Sus restos, su legado
Once años después de la crucifixión de Jesús, tras haber pasado un tiempo predicando en la Península y habiendo regresado ya a Palestina, el apóstol Santiago fue decapitado por orden de Herodes Agripa II, que pretendía frenar el crecimiento del cristianismo.
Se cree que, en el viaje de regreso que emprendieron los fieles con los restos del apóstol hasta España, un ángel guio la barca hasta las cosas de Galicia. Allí, los trasladaron a la catedral de Santiago, donde aún descansan.
En 1630, el papa Urbano VIII convirtió, de manera oficial, al Apóstol Santiago en el único Patrón de España, y la ciudad en la que se custodian sus restos, Santiago de Compostela, pasó a ser un importante centro de peregrinación, dando lugar, a su vez, a la construcción de la majestuosa catedral.
¡Santiago y cierra, España!
Como un grito al cielo, los caballeros de los Ejércitos Imperiales la utilizaron ante cada batalla «¡Santiago, y cierra, España!», para invocar al Apóstol, y aunque ha llegado hasta nuestros días, el verdadero significado de ese 'cierra' es acortar distancias con el enemigo y entablar combate, y el grito de esta oración ordenaba la formación de los soldados y la proclamación de la patria.