El exceso de velocidad es una de las infracciones más habituales en las carreteras españolas, lo cual trae consigo un perjuicio económico y, en ocasiones, un desenlace trágico. Durante el año 2022, los radares de la DGT formularon 3.704.675 denuncias por exceso de velocidad. Estas cifras suponen un incremento del 21,2% sobre las realizadas en el mismo periodo del año anterior (3.056.437), según revela un estudio realizado por la organización de defensa de los conductores Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que atribuye este hecho a la activación de nuevos radares.
Por comunidades autónomas, el informe de AEA destaca que los radares más activos se han localizado en Andalucía, con 953.422 denuncias formuladas y que representan el 25,7% del total; en la Comunidad Valenciana, con 447.470 (12%) y Castilla y León, con 427.448 (11,5%). Por el contrario, los radares situados en La Rioja (39.757), Navarra (83.231) y Asturias (83.993) son los que menos denuncias contabilizaron.
En Burgos se encuentran dos de los cuatro radares de Castila y León que aparecen en la lista de los 50 que más han multado a lo largo del último año en todo el país.
- El primero de ellos ocupa el puesto 12 en la lista, se encuentra en el punto kilométrico (pk) 234,4 de la A-1, un poco antes e la entrada a la ciudad de Burgos y ha puesto 31.028 multas.
- El segundo ocupa el puesto 27 en el ránking, se encuentra en el pk 194,2 de la A-1, a la altura del campo de golf de Lerma, antes de llegar al término municipal de Quintanilla de la Mata, y ha puesto 21.592 multas.
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