Entrevista

Aurora Luque, premio Nacional de Poesía: "Es un desperdicio de vida gastar en dormir todo el tiempo nocturno"

La poeta Aurora Luque.
La poeta Aurora Luque.
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La poeta Aurora Luque.

El compromiso de Aurora Luque (Almería 1962) no es solo con el mundo clásico grecolatino, sino con el presente. Desde sus primeros poemarios, ha demostrado que mirar al pasado nos ayuda a vivir mejor. Su hedonismo epicúreo, su amor por Grecia y el mar, la pasión con la que reaviva el fuego de los mitos convierten los poemas de la también traductora y doctora en Filología Clásica en antorchas para guiarse por la existencia.

No le faltan reconocimientos: último Premio Nacional de Poesía, la segunda mujer en ganar el Premio de Poesía Loewe, Poesía Generación del 27 y un largo etcétera.  La entrevistamos con motivo de la publicación en Acantilado de Las sirenas de abajo, el libro con toda su poesía reunida (1982 -2022).

En el poema Hablo a Safo, escribe "Trae miel de la tuya, de la amarga. Esas cosas antiguas –miel, sandalias, frescor". También nos recuerda que esos objetos sencillos no nos son tan ajenos y que basta detenerse para apreciarlos. ¿Es la prisa uno de los grandes males de nuestra época?Miel, sandalias y frescor están en la poesía de Safo, pero también en nuestra vida, asociados a experiencias de goce elemental, esencial, sencillo. La poesía misma pide lentitud, tiempo paladeado. El sistema nos quiere entretenidos en correr, ansiosos, agobiados, invirtiendo el presente en comprar un futuro siempre alejado e insatisfactorio. Si te detienes, corres el riesgo de ponerte a pensar, de ver claro, de sacar conclusiones, de percibir la gran estafa. El sistema no nos quiere ni voluptuosos ni reflexivos. Quiere que compremos deportivas de marca, no sandalias sencillas, bebidas energizantes y no miel pura. En ese carpe diem consustancial a tantos poetas hay mucha subversión.

¿Encuentra esa calma cuando escribe?No, el momento de escribir es tenso y torrencial. La sensación de tiempo paladeado me la da la lectura; de los libros buenos, claro.

Sobre Safo ha dicho que hoy disponemos de herramientas para entender y analizar su condición de mujer creadora. No obstante, con la subida de Vox parece que muchas cosas siguen siendo tabú.A Safo la entendemos mejor en este siglo por tres razones: una, por el pensamiento feminista; dos, por la aceptación del arte del fragmento, de lo breve y roto y de la obra abierta; y tres, por la sofisticación de la filología que ayuda entender óptimamente los papiros hallados desde finales del siglo XIX. La ultraderecha puede hacer muchísimo daño social y cultural si se obceca en destruir los derechos conquistados en las últimas décadas. En España tenemos un gran privilegio: la igualdad está legislada por el Estado: esto se llama civilización.

"La ultraderecha puede hacer muchísimo daño social y cultural si se obceca en destruir los derechos conquistados en las últimas décadas"

Los textos clásicos nos dan soluciones. Pienso en su reflexión sobre Las suplicantes de Esquilo, un texto en el que las Danaides huyen de Egipto para escapar a matrimonios forzados. En Argos, después de mucho debate, la asamblea vota a favor de la acogida, un tema que se podría aplicar a las mujeres afganas que tanto han sufrido a causa de los talibanes. ¿Es esa una de las razones por las cuáles admira a los clásicos?Vivimos en sociedades muy diferentes a las antiguas que, sin embargo, se anticiparon en reflexionar y buscar soluciones a problemas eternos: la acogida del extranjero, del exiliado, del suplicante. En Atenas había leyes y funcionarios que se ocupaban de quienes pedían asilo. Me emocionó descubrir todo eso en esa obra de Esquilo. Una inmensa lección de democracia.

Comparte con poetas como Chantal Maillard el amor por lo clásico. En Fedro, Platón aludía a la imposibilidad de plasmar la realidad en palabras. Un planteamiento que aborda en poemarios como Camaradas de Ícaro o Carpe noctem. ¿Es la poesía el género que más se acerca a lo inefable?La poesía merodea por los límites del lenguaje, por sus grietas y resquicios, mira el reverso, la cara oscura de cada palabra. El lenguaje es a la vez infinito e imperfecto: es una paradoja que provoca el afán de escribir para entender. Por eso se enamora de las experiencias que parecen indecibles, intransferibles, intraducibles.

La flexibilidad de los griegos en lo sexual era asombrosa. Como ya ha advertido en alguna ocasión, hoy nos identificamos de manera esencialista. ¿Cómo podemos aprender de los griegos en este sentido?Leyendo su esplendorosa poesía erótica. Una primicia: voy a reeditar con Acantilado mi antología de poesía erótica griega, Los dados de Eros, que estuvo en Hiperión.

Según dice, la noche posee "mayor intensidad y conciencia de sí". ¿Otros motivos por los que cant a a la noche? ¿Escribe más de noche que de día?Soy noctámbula por naturaleza. El tiempo de la noche es más libre, más hondo, menos sometido a la tiranía de las regulaciones rutinarias. Es un desperdicio de vida gastar en dormir todo el tiempo nocturno.

"Soy noctámbula por naturaleza"

Traer de vuelta a clásicos como Safo y Catulo no es fácil. Dice que avanza, cuatro o seis versos en una tarde. Espero que le paguen acorde a ese tiempo.¡Ay, si se abonara el tiempo real que se invierte en traducir un poema! Te preparas toda la vida para traerte a tu idioma un puñado de versos antiguos e intentar que sigan vibrando como poesía. Pero para mí es un placer: no pienso en estipendios a la hora de traducir. Es una manera especialmente intensa de leer, de viajar a un texto.

Muchos de sus poemas son un canto a la vida. En Carboneras, verano 2013, compara la recomendación de su padre cuando llegaban a la playa cada agosto, "empápate de yodo los pulmones", con el canto de Alceo, "empápate de vino los pulmones que ya llega la estrella del verano". ¿Su familia le ha ayudado a desarrollar su amor por el hedonismo?En la infancia se fundamenta todo. En mi casa se amaban los libros y se respetaban la inteligencia y las ganas de aprender como dos cualidades admirables en las personas. En otras casas se veneraba el deporte o la peluquería o la adquisición de bienes; en la mía no. Mi madre conservaba en su armario personal sus notas de magisterio y mis notas de bachillerato. No soporto las casas sin libros, me parecen criptas mortuorias.

Nos trae a los clásicos renovados, unidos en un mismo poema con el presente: Los griegos no darían para un guión estadounidense. También están los anuncios de Camaradas de Ícaro; ¿están así de presentes en su día a día los griegos?Viajo a Grecia siempre que puedo. Acabo de volver de un periplo por las Jónicas en el velero de la capitana Ana Capsir. Tengo la sensación de que vuelvo a mi pueblo. En la espléndida Grecia de hoy siguen habitando las voces antiguas. Y el mar es el mismo de Homero. Bueno, sobran los catamaranes pijos.

¿Son unos bichos raros los poetas?Sí, vistos por los que se tienen por normales. Nada más raro que eso de dar importancia a un soneto, escribir un libro de cuarenta páginas en cuatro años y no tener ambiciones de carácter económico.

Me parece muy interesante su reivindicación de la palabra poetisa, para que quede claro que son mujeres. Aunque lo suyo sería que ya no importara tanto el género. Además, también podría ser al revés; inventar poetisos y dejar poetas para las mujeres, después de todo es de género común y termina en 'a'.Lo de poetisos es una boutade, yo jamás lo reivindicaría, porque el asunto es más serio. Es histórico: ¿por qué nos repugna poetisa? Porque un grupo de señores muy misóginos e influyentes del siglo XIX decidieron que una mujer que escribía poesía era un ser despreciable. ¡Y nosotras seguimos sometidas a ese dictamen! Ensuciaron la palabra y les seguimos el juego todavía. Poeta es válido, pero no siempre preciso: tenemos que completarlo a menudo: "antología de poetas mujeres". No siempre nos designa plenamente. Hay que reciclar y reutilizar poetisa desde nuestro siglo.

En Hybris escribe, En la cima, la nada / Pero todo se arriesga por la cima del amor o del arte. No creo que los premios den la cima, pero ayudan a volar más alto: ¿Ha arriesgado y arriesga todo por la cima del amor o del arte?La cima es una metáfora del alpinismo. No hay cima: sólo hay libros. El riesgo está en escribir el poema que tienes que escribir, no en hacer el que guste a los demás. 

¿Y si tuviera que elegir con cuál se quedaría? ¿Con el amor? ¿Con el arte?Elijo el ars amandi: arte de amar la vida con distintas pasiones.

El poema es, para usted, una incubadora de utopías, una denuncia, un compromiso. ¿Qué poetas le han inspirado a concebir esa visión de la poesía como una herramienta para la libertad?Las propias vidas de tantas escritoras como Renée Vivien, Ajmátova... Machado y Cernuda, Virginia Woolf, la novela Hiperión de Hölderlin…

Escritora y periodista

María Ovelar es escritora en sentido amplio: poeta (dos libros publicados en Valparaíso ediciones), autora de relatos, periodista, traductora (inglés, francés e italiano), copy creativa, performer y DJ. Además de colaborar con EL PAIS, periódico donde trabajó durante trece años, escribe en 20Minutos, Cuadernos Hispanoamericanos y varias publicaciones de Condé Nast. También ha trabajado como profesora de Literatura española y de español y francés en la India (Mahindra United World College). Licenciada en Traducción e Interpretación, master de EL PAIS / UAM y Bachillerato Internacional con una beca en el United World College of the Adriatic. Es la fundadora de LaSafo, sello con el que ha organizado retiros de yoga, meditación, escritura y varios cursos de escritura en bibliotecas e institutos. Organiza eventos culturales desde 2018.

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