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El peor escenario ante un colapso de la corriente del Atlántico: avance de los hielos, sequía y un frenazo del calentamiento global

Corriente atlántica AMOC.
Henar de Pedro

Hace unos pocos días saltaban las alarmas: la Corriente Circular del Atlántico (AMOC) podría colapsar. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Copenhague y publicado en la revista Nature aseguraba que este fenómeno meteorológico podría darse entre 2025 y 2095, poniendo el foco en el año 2057. La última vez que ocurrió esto en la Tierra fue hace 150.000 años y hemos oído su nombre más de una vez, sobre todo gracias al cine: la Edad de Hielo o última glaciación. Pero ¿por qué se produce esto? ¿Qué significa que la corriente del Atlántico colapse? ¿Qué consecuencias pude producir en el planeta? ¿Y en España? ¿Es probable que este fenómeno ocurra en este siglo?

"Este artículo científico es uno de los muchos que tratan de analizar las corrientes oceánicas, algo muy importante y que ciertamente es un gran desconocido de nuestro sistema climático", comenta Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, Aemet. "Este trabajo viene a decir que han detectado algunas señales de que la corriente del Atlántico está sufriendo una ralentización y que incluso podría colapsar. Aunque lo cifran en 2057, dan un amplio abanico", explica, para añadir que "hay otros expertos que discrepan y hay que decir que el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) considera que es muy improbable que ese colapso se produzca en el siglo XXI". 

Por su parte, el catedrático de Geografía Física de la Universidad de Barcelona, Javier Martín-Vide, avala la teoría de los científicos daneses. "Que se interrumpiera la corriente de los oceános ya se habló hace más de quince años, en 2007, y luego se enfrió un poco. Es muy probable que esto ocurra en las fechas que señalan en el estudio", dice, además hace hincapié en que "la revista Nature es la más importante a nivel científico y lo que publican pasa por importantes filtros".  El experto, además, asegura que "desde un punto de vista físico es coherente y consistente". 

Pero ¿qué es un colapso de Corriente Circular del Atlántico (AMOC)? Del Campo lo explica de manera simplificada aunque hace hincapié en que es un "fenómeno muy complejo": "Existe una corriente oceánica en el Atlántico que transporta aguas cálidas de latitudes bajas a latitudes altas. En el Atlántico norte esta circulación superficial se hunde porque hay una mayor densidad (salinidad y temperatura) de las aguas y vuelve por las profundidades hacia el sur". Del Campo además añade que "debido a factores como puede ser la pérdida de hielo por parte de masas heladas como Groenlandia, se aporta agua dulce a la circulación y entonces el hundimiento de las aguas frías no es tan efectivo y se ralentiza, lo que puede tener consecuencias en el clima que se traducen en un menor transporte de calor de sur a norte". 

Debido a esto, la ralentización de la corriente podría dar lugar a un "cambio climático abrupto en Europa". Así, se producirían avances de los hielos en zonas ubicadas más al norte, como Islandia o el norte de Escandinavia y "el calentamiento global se vería frenado en el continente".

En este sentido, Martín-Vide pone un ejemplo muy claro que hace entender el funcionamiento de la AMOC y lo que pasaría con su posible colapso. "Si comparamos el invierno neoyorquino con el de Lisboa u Oporto, las ciudades están al mismo nivel del mar, bañadas por el mismo océano, casi en el mismo paralelo y a la misma latitud", explica, y prosigue: "En Nueva York el inverno es crudo, hay nevadas cada año, mientras que en Lisboa casi ni ven la nieve y las heladas son rarísimas.  Esto es porque nuestras costas atlánticas están bañadas por un ramal de la corriente del Golfo que forma parte del Atlántico y es cálida. En Estados Unidos baja la corriente del labrador, que es fría". 

Así actúa la Corriente Circular del Atlántico (AMOC).
WIKIPEDIA/Hole Oceanographic Institution

El catedrático, además, asegura que en caso de esta disrupción, "se daría la paradoja que, estando en el calentamiento global, tendríamos un paréntesis de unos años. Los inviernos serían más fríos en esta parte occidental de Europa hasta que no se reconstituyera ese circuito, que afecta a todo el planeta", señala. "La moraleja es que el comportamiento del clima tiene mucho que ver con el océano, el conjunto del tiempo y la atmósfera". 

En este sentido, Del Campo añade que otra de las consecuencias sería que "los patrones de precipitaciones variasen de forma clara y en Europa occidental y España se convertirían en zonas más secas, donde las lluvias serían inferiores.  En España quizás también podrían darse inviernos más fríos, pero hay muchas incertidumbres", asevera. 

La menor extensión de hielo de la historia

En definitiva, el principal causante de este futuro colapso es el cambio climático, ya que es este el que produce el derretimiento de las masas de hielo que hay en el planeta. Esto es lo que en lenguaje científico se conoce como evento Heinrich: eventos o episodios que ocurrieron durante el período de la última glaciación (Wisconsin) y en los que oleadas de icebergs se desprendieron de los glaciares y atravesaron el Atlántico Norte. Los icebergs llevaban rocas en masa erosionadas por los glaciares y cuando se fundieron en alta mar, cayeron al fondo como detritos a la deriva.

Según Del Campo, el deshielo de masas heladas es un hecho factible, sobre todo en Groenlandia y en el Ártico. "A principios de los 80, en el Ártico había siete millones de kilómetros cuadrados cubiertos por hielo, ahora esta extensión ronda los 4 millones y medio. Ha habido un descenso significativo de alrededor de un 13% por década", concreta. "Eso en verano, pero en invierno también se observa que en unos 18 años ha habido una pérdida de hielo del 16%". 

Además, los glaciares de Groenlandia se están derritiendo "6 o 7 veces más rápido que hace 25 o 30 años", algo mucho más problemático que el deshielo del Ártico "porque sí aumenta el nivel del mar". Además, en la Antártida, donde según el experto "hay más incertidumbre", se ha podido comprobar que "está siendo el invierno (allí es época de frío ahora) de menor extensión de hielo desde que hay registros". En palabras de Del Campo, esto "es una situación muy poco habitual".

El peor escenario

Y aunque muchos científicos reiteren que el evento del Atlántico no se dará en las próximas décadas, el peor escenario posible ante el cambio climático y el colapso de las corrientes sería devastador para algunas zonas del planeta. "Podría darse un deshielo masivo de los hielos de Groenlandia y la Antártida con consecuencias catastróficas. La detención total de la corriente cambiaría el clima, pero el deshielo masivo podría dar lugar a un aumento del nivel del mar catastrófico en ciudades costeras densamente pobladas". 

Redactora '20minutos'

Licenciada en Periodismo por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y Técnico Superior en Desarrollo de Aplicaciones Informáticas. He desarrollado mi vida laboral a caballo entre la última hora digital y el periodismo local para distintos medios de prensa escrita. Entré a formar parte de la mesa digital de 20 Minutos en junio de 2023, desde donde elaboro reportajes y artículos de actualidad. Me gusta escribir sobre temas humanos y sucesos.

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