Hace tres años, María Pombo compartía por primera vez con sus seguidores su diagnóstico positivo de esclerosis múltiple. Desde entonces, la influencer no ha dudado en utilizar su plataforma para visibilizar esta enfermedad, a la vez que actualizaba sobre su evolución a su gran audiencia de más de tres millones de personas.
Y es que, estos últimos días, además de acudir a algunos eventos de su ajetreada agenda, como el caso de la premiere de Barbie en Madrid, Pombo ha estado esperando los resultados de una resonancia magnética que se realizó el pasado domingo. Se trata de un "chequeo" que la influencer se realiza anualmente -a no ser que esté embarazada-, con el objetivo de prevenir posibles avances de su enfermedad.
Tras el nacimiento de su segunda hija, Vega, la influencer se sentía inquieta ante la incertidumbre. "Llevaba tres noches durmiendo agobiada", ha contado la propia protagonista a través de sus stories de Instagram.
Afortunadamente, este jueves ha recibido la ansiada llamada de su neuróloga con las conclusiones extraídas de las pruebas y, sin poder contener la alegría, ha informado de que "no hay lesiones nuevas, que está todo superbién".
Ante estos alentadores resultados, Pombo puede, por fin, descansar y disfrutar del resto del verano con sus hijos. "Estoy tan feliz que necesitaba contároslo, transmitíroslo y dar gracias a Dios, a la vida, porque soy una chica suerte", ha confesado emocionada.
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