Borja Terán Periodista
OPINIÓN

El salto de Movistar Plus: la reinvención de la TV de pago que llegó un 1 de agosto

Imagen de marca de Movistar Plus
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Movistar Plus
Imagen de marca de Movistar Plus

La televisión de pago ha cambiado mucho desde que la conocimos. Canal Plus llegó a España explicándonos a ritmo de rap lo que era un descodificador. Un aparato, parecido a un vídeo VHS, que se colocaba junto al televisor para borrar las interferencias forzadas de la imagen. Incluso tenía llave. La propia Penélope Cruz quitó tal llave cuando fue invitada por primera vez a Lo más plus. Una especie de censura parental al revés, pues le daba vergüenza que su familia viera la entrevista en casa. Lo que no sabía es que el mítico talk show se emitía en abierto y servía para visibilizar la modernidad de la cadena entre aquellos que aún no estaban suscritos. No hacía falta abrir ninguna cerradura para sintonizar con el plató de Fernando Schwartz y Máximo Pradera. Un plató brillantemente blanco. Un plató que no se parecía a nada en España.

Estar abonado a Canal Plus te distinguía del resto de la masa. O eso se pretendía proyectar con una marca que se auto-reivindicaba a la última en estrenos y vanguardia. Un éxito de construcción de imagen que sigue planeando en nuestra manera de entender el marketing audiovisual. Incluso en su heredera Movistar Plus. 

Aunque la tele de pago ya no requiere el aparataje de antaño. Nos acompaña en nuestro propio bolsillo, en el móvil. La simplicidad de acceso a los contenidos es el verdadero plus en los tiempos que corren. El "lo quiero todo y lo quiero ya" sustentó el triunfó del alunizaje de Netflix. Y Movistar Plus, ahora, necesita escenificar que es una plataforma como las demás, en las que disfrutar de su oferta no depende de estar atado a compañías telefónicas y en las que es sencillo encontrar todo a un clic. Sin perder demasiado tiempo en buscar qué ver.

En esta facilidad de acceso, al contrario de lo que se suele pensar, los canales lineales, los canales temáticos herederos de Canal Plus, son un valor añadido para el porvenir de Movistar Plus. Porque sólo hay que conectar con el canal y dejarse descubrir.

A través de estas cadenas, Movistar Plus quiere generar conversación cotidiana. No sólo con los derechos de la liga o con la comedia de David Broncano, sino también proponiendo un gran estreno diario que marque la agenda social. Es la forma de construir un sello de calidad que ayude a visualizar las inversiones de un buque español en producción audiovisual.

La singularidad española 

Porque, al final, la otra gran baza de Movistar Plus está su ADN español. Mientras las plataformas multinacionales intentan producciones que rentabilizar a nivel global y que, por tanto, infravaloran aquello que nos hace únicos, Movistar Plus debe indagar en la fuerza diferencial de ser una especie de faro que reúna los talentos de la autenticidad que nos diferencia en el resto del mundo. De José María García a Eva Soriano. De Lina Morgan a Poquita Fé. Cultura de siempre y cultura de la multipantalla instantánea, donde oficios como el humor o las celebrities alcanzan notoriedad desde las redes sociales que nos acompañan en (casi) todos los actos de la vida cotidiana. 

El reto está en que Movistar Plus se asocie más con la calidez de su producción audiovisual y menos con la frialdad de los cables de una operadora telefónica. De ahí que, hoy, 1 de agosto se re-estrene a sí misma, en pleno verano para ir al compás del fútbol y, de paso, ir rodando camino de cara a la temporada alta de septiembre. Un salto que,  desde este martes, ha hecho desaparecer al canal #0. Su denominación no terminó de cuajar socialmente y se ha reestructurado la cadena de cabecera de la plataforma sintetizándose en la iconografía de Movistar Plus, como timbre de calidad que no deje lugar a dudas al espectador.

Ya no hace falta una llave física para ver la tele de pago, como la que escondió Penélope Cruz. Pero el espectador necesita lugares seguros en los que sentirse reconocido entre tanta oferta audiovisual que no siempre habla de sus motivaciones cotidianas y próximas. Y, ahí, Movistar Plus, con su capacidad tecnológica, con sus raíces y lanzándose a la intuición creativa, puede tener la llave, la llave maestra. 

Borja Terán
Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

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