La matemática salida de las elecciones del 23-J ha convertido al PNV en la bisagra parlamentaria deseada, no solo para una futura investidura, sino también para la constitución de la Mesa del Congreso. Tanto el PSOE como el PP están 'cortejando' a los nacionalistas vascos para que apoyen a su candidato en la votación para la Presidencia de la Cámara Baja a cambio de ofrecerle un puesto en la Mesa.
El PP pretende romper la hegemonía que mantienen PSOE y Unidas Podemos ahora —ahora integrados en Sumar— en el órgano rector del Congreso, con seis de los 10 puestos que ostenta la Mesa, y arrebatarle a los socialistas un puesto institucional que se encuentra en el tercer escalafón en términos de autoridad estatal, después del rey y del presidente del Gobierno. Pero para ello necesita una abstención de PNV o Junts, algo que se antoja complicado, y más tras conocerse la segunda negativa del PNV a apoyar un gobierno en solitario del PP.
Los populares, sin embargo, creen que tiene aún posibilidades, puesto que se podrían aprovechar de que el PNV pretendiese enviar un aviso al PSOE de cara a la hipotética investidura de Pedro Sánchez, apoyando la candidatura popular a ocupar la Presidencia del Congreso con el objetivo de presionar a los socialistas (un movimiento similar al que ejecutó Vox en Extremadura, al otorgar el control de la cámara al PSOE para después apoyar la presidencia de la popular María Guardiola). El caso de Junts lo ven más complicado desde el PP, ya que el PSOE parece dispuesto a cederle un diputado para que forme un grupo propio con ERC.
Contactos del PSOE con ERC
Simultáneamente, en medio de esta encrucijada, la número dos de ERC al Congreso por Barcelona, Teresa Jordà, desveló este lunes que existen contactos con el PSOE para la composición de la nueva Mesa. La apuesta es que alguien de los socialistas revalide la Presidencia y que los independentistas o el PNV tengan un puesto en el órgano de gobierno de la Cámara. Jordà ha señalado que el PSOE les ha dicho que para ERC y Junts "no habrá ningún tipo de problema con tener grupo propio", lo que ha valorado como "un gesto de buena voluntad para empezar a hablar".
Las distintas fuerzas políticas están proponiendo distintos planteamientos e, incluso, Enrique Santiago, el dirigente de Izquierda Unida y miembro de Sumar ha introducido la posibilidad de que la Presidencia recaiga en un independentista. Una opción que hay que tener "en consideración", según el dirigente de izquierdas, pero que hay que discutirla "colectivamente". La misma idea planteaba Pablo Echenique, exportavoz de Unidas Podemos en el Congreso, al considerar una "temeridad" el hecho de que Meritxell Batet revalidara la Presidencia.
En cualquier caso, lo que está confirmado es que ningún candidato, ya sea del PP o del PSOE, no será elegido por mayoría absoluta, sino que habría que esperar a una segunda votación en la que obtuviera más 'síes' que 'noes'. Si los socialistas no consiguen los votos afirmativos de Junts o el PNV, el PP podría hacerse con el principal puesto en el cuerpo institucional que rige la actividad parlamentaria.
Las Cortes Generales se constituirán el próximo 17 de agosto, por lo que aún quedan unos días para que los partidos sigan negociando y enmendando sus propuestas iniciales para seducir a los posibles aliados parlamentarios. Por el momento, todo está abierto.
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