Un año largo después de su tumultuosa separación, el futbolista Gerard Piqué y la cantante Shakira parecen haber sellado la paz. No hay un compromiso explícito sobre ello, simplemente, están respetando su complejo acuerdo de separación con todo rigor.
Al menos, en lo que se refiere al cuidado de sus dos hijos, Milan, de 11 años y Sascha, de 9, principal fuente de conflictosde la pareja.
De hecho, uno de los problemas más serios fue determinar dónde vivirían los niños tras la ruptura. Shakira consiguió llevárselos a Miami con un régimen de visitas para el padre frecuente y ciertas normas para llevarlos y traerlos, siempre acompañados de uno de los progenitores.
Los niños empezaron ya el curso escolar pasado en la ciudad americana, pero han viajado a Barcelona en reiteradas ocasiones para ver a su padre.
Fuentes del entorno de la pareja desmienten que hubiera una cláusula por la que los niños no debían convivir con ninguna posible novia de su padre. Piqué, en concreto, sale desde poco después de conocerse su separación con la joven Clara Chía, por lo demás, muy integrada ya en la familia del exfutbolista.
También han cesado los temas musicales que la colombiana lanzó al mercado en plan venganza contra su ex. Han sido varios y todos muy difundidos, aunque Piqué no se ha dado por enterado. Sea como sea, la música que suena actualmente entre los dos famosos es la de la concordia y la calma.
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