"El ahogamiento es silencioso, no hay ni gritos ni gestos con las manos": cómo detectar los signos de alarma para evitar una tragedia

fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Playas. Calor. Verano. Ahogamiento. Ahogados. Donosti. San Sebastián
Bandera amarilla en una playa, imagen de archivo.
Jorge Paris Hernández
fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Playas. Calor. Verano. Ahogamiento. Ahogados. Donosti. San Sebastián

Entre el 1 de enero y el 31 de julio un total de 249 personas perdieron la vida por ahogamiento en nuestro país. Un dato que ha convertido a 2023 en el peor año desde 2018, según las cifras que publica la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. 

Los números dejan a julio como el mes más trágico en lo que va de año, con 79 muertes en los espacios acuáticos de España, siendo la Comunidad Valenciana la región dónde más fallecimientos ha habido, 19,  seguida de Cataluña, donde se han producido 17 muertes. 

De agosto aún no se tienen cifras totales, aunque por el momento ya han fallecido 16 personas en los diez primeros días del mes. Sin ir más lejos, dos niños perdieron la vida este miércolesuna niña de 3 años que fallecía en una piscina en San Javier, Murcia, y un niño de 2 moría también ahogado en Sevilla, en una vivienda privada. 

Por ello, es importante conocer cuáles son los signos que pueden ayudarnos a saber que una persona se está ahogando. Tal y como explica a 20minutos Federico Constantino, socorrista en España y Argentina, cuando una persona se ahoga no lo hace como se ve reflejado en muchas películas: "El ahogamiento es silencioso y rápido. Al contrario de lo que cree la gente no hay demasiados gritos ni demasiados gestos con las manos". 

En vertical, inclinación de la cabeza...

Para los socorristas, además, se identifica por ciertas posturas que va tomando el individuo. "Lo que ocurre normalmente es que la persona toma una posición vertical, una postura que favorece aún más el cansancio", explica Constantino. 

Esto, según el socorrista, va añadido de una inclinación de la cabeza hacia atrás porque están intentando coger aire, aunque el pelo, que les está tapando toda la cara, puede evitar que lo hagan. Y en estos momentos, es cuando sí que se producen unos movimientos con las extremidades superiores. 

"Lo que intenta hacer una persona que se está ahogando es mover los brazos de manera que parezca que se puede agarrar al agua; lo que menos quiere es meterse debajo del agua e intenta mantenerse a flote", cuenta Constantino. "Hay tanto esfuerzo en esas brazadas para intentar mantenerse arriba que la persona no intenta gritar", afirma este socorrista en relación a la falsa creencia popular de que una persona ahogada gritará que se está ahogando. 

"Todo esto combinado, sumado al estrés, hace que en minutos tengamos una persona ahogada", explica Constantino, quién describe este momento como "un intento de lucha, con movimientos descoordinados y alterados con el mismo agua". Además, alerta de que todos estamos expuestos a ahogarnos, "independientemente del conocimiento que tenga cada uno" cuando se produce una "inmersión total o parcial" de nuestro cuerpo en la piscina o en el mar.

Cuatro momentos a la hora de nadar

Si hablamos de sumergirnos en el agua, Salvador Perelló, responsable de formación de la Federación de Salvamento y Socorrismo de la Comunidad Valenciana, la región más afectada por ahogamientos en lo que llevamos de verano, explica que hay cuatro momentos a la hora de analizarlo. 

El primero es el de las personas que saben nadar, aquellos que, según este experto "tienen movimientos coordinados y una respiración adecuada". El segundo sería el de alguien que sabe nadar pero que en un momento concreto tiene un problema acuático, es lo que se conoce como 'distrés acuático', la fase previa al ahogamiento. "Te da un tirón y no te ves capacitado para llegar a la orilla, pero puedes pedir ayuda", explica el experto para describirlo. 

A partir de aquí, si nadie nos proporciona socorro, Perelló afirma que entramos en el siguiente momento: víctima activa. "Es alguien que entra en pánico y empieza a hacer lo que se llama la respuesta instintiva del ahogamiento; todas las personas que nos ahogamos actuamos igual, aquí sale nuestro instinto animal", explica. 

Este momento se caracteriza por una serie de patrones que todos hacemos: "Cuerpo en posición vertical, brazos intentando trepar, cabeza hacia atrás, boca y nariz lo más arriba posible, visión borrosa, ojos cerrados...", describe Perelló, quién alerta además de un componente clave en muchos casos, el pelo. "Si tiene el pelo en la cara y no se lo quita es que se está ahogando. En el agua todos nos lo quitamos si nos molesta", cuenta el experto en salvamento marítimo. 

Si el sujeto se sigue ahogando, es entonces cuando pasamos al último momento: el de ser víctima pasiva. "Entre 30 y 60 segundos después de ser víctima activa, entramos en el estado inconsciente y nos ahogamos, ahí es cuando se produce la inmersión, aunque luego el cuerpo por sus características flota en el agua". 

Todos podemos ahogarnos

Al igual que Constantino, Perelló alerta también que aunque se sepa nadar muy bien, cualquier persona puede ahogarse: "Si nos metemos al agua y no se sabe nadar, empezaremos siendo víctima activa, pero aunque seas un buen nadador, podemos estar desde el primer estado hasta el cuarto". 

"Es lo que pasa con una corriente que te lleva mar adentro, la gente nada en contra de la corriente y ve que no puede, se fatiga, empieza a pesar y entra en pánico. Automáticamente deja de saber nadar y entra en respuesta instintiva", añade. 

Unos condicionantes que pueden afectar a todos por igual y que se ven incrementados por varias razones. Para Perelló, uno de los principales problemas es la falta de un plan de protección de ahogamiento: "No hay ninguna campaña bien organizada desde enero, no en julio, que enseñe a la gente a bañarse con seguridad". 

Y todo ello se suma a otros inconvenientes que se están dando debido a las temperaturas. "Con el calor la gente va más a los sitios de baño. En la playa hemos notado también un cambio en el comportamiento del mar, ahora hay más días con banderas amarillas y rojas", detalla. 

Mayores de 45 años y niños

A pesar de que cualquiera puede morirse en el agua, hay varios grupos que son más propensos a ello. Como señala Perelló, quienes más se ahogan son los adultos "mayores de 45 años que están nadando en la playa y los niños". Sobre estos últimos, alerta de que el principal espacio en el que se ahogan son las piscinas particulares. "En la playa estamos más pendientes, en la piscina no," cuenta. 

Por ello, lanza una serie de recomendaciones a la hora de bañarnos: "Si se va al agua con niños la distancia de seguridad debe ser la de un brazo y nada más; no vale un manguito, ni un flotador, eso no vale, solo da una falsa sensación de seguridad". 

Además, como consejos generales, el experto asegura que debemos ir a sitios donde haya un puesto de socorrismo, respetar las banderas, las indicaciones y alerta también sobre nadar solo en el mar: "Si nos pasa algo, nadie puede ayudarnos". 

Jorge Martínez
Redactor '20minutos'

Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Rey Juan Carlos en 2023, momento desde el que escribo en 20minutos, en la sección de Última hora. Con un ojo puesto siempre en la educación, a su vez me formo en el Grado de Educación Infantil en la UNED.

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