Un cuchillo, cámaras de vigilancia, restos de ADN... las pruebas de asesinato contra Daniel Sancho

Se cumple una semana de que Daniel Sancho, hijo de Rodolfo Sancho, se declarase a la policía de Tailandia, donde se encontraba de vacaciones, como autor del asesinato y posterior descuartizamiento de Edwin Arrieta, un cirujano colombiano con el que supuestamente mantenía una relación sentimental.

Esta confesión llegó dos días después de haber denunciado él mismo la desaparición de la víctima. Entre los motivos del asesinato destacan los presuntos celos de Sancho hacia Arrieta así como el miedo a ser engañado, puesto que el cirujano tendría en su poder fotos íntimas del español con las que le habría amenazado con publicarlas. Pero, ¿cuáles son las pruebas que justificarían que este asesinato haya sido predeterminado?

Compra del material necesario

Horas después de conocerse la noticia del asesinato, los medios tailandeses difundieron imágenes donde se puede ver cómo el joven chef de 29 años acudía a un supermercado para comprar un cuchillo, una sierra, varias bolsas de basura, un saco fertilizante, una lona, guantes, una esponja y detergente. Materiales que utilizaría posteriormente para desmembrar el cuerpo del cirujano y depositar los restos para después deshacerse de ellos.

Vestido con una camiseta blanca, bermudas negras, chanclas, una mochila a la espalda y el pelo recogido en una coleta, esta secuencia de pruebas audiovisuales muestra al joven de 29 años colocando los utensilios en la caja de la tienda para comprarlos.

Un equipo del programa de Cuatro En boca de todos, que ha sido enviado a Tailandia para cubrir el caso desde el lugar de los hechos, acudió al establecimiento donde Sancho realizó sus compras. Allí, los empleados confirmaron que el cuchillo que el chef compró le costó alrededor de siete euros.

Un kayak para arrojar los restos al mar

Una vez cometido el crimen, Sancho se deshizo por partes de los restos del cuerpo, tardando un total de dos días. Una de sus ideas para ello fue comprar un kayak para adentrarse al mar y arrojar parte de estos al fondo del océano metidos en una mochila. "Él me dijo que solo iba a fumar, le dije que no porque cerrábamos a las 20.00 horas", aseguró la mujer encargada del alquiler de servicio al programa citado. 

"Me dio 1.000 dólares (aproximadamente 900 euros), cogió el kayak y se fue", añadió la testigo, que aceptó el dinero ya que se trataba de una cantidad "muy elevada". 

Las autoridades tailandesas han tomado este vehículo como prueba. El kayak está aparcado en la playa donde Sancho lo compró -a unos 300 metros de la villa del hotel donde ocurrió el crimen- y la zona donde está situado se encuentra acordonada por una cinta policial que prohíbe acercarse a él más allá del perímetro establecido. 

Vertedero de la isla

Según la policía de la isla de Koh Phangan -donde estaban disfrutando de sus vacaciones-, la mayoría de los restos de Arrieta fueron arrojados al mar, pero hubo una parte que no. Estos primeros fueron encontrados en un vertedero de la región.

Además, tal y como las autoridades tailandesas han relatado en su informe, cuando detuvieron a Sancho, este les señaló un par de contenedores de basura donde supuestamente tiró las pruebas restantes. En esos depósitos, los expertos encontraron pruebas de ADN de los restos humanos de Arrieta.

La habitación del hotel

El lugar del crimen siempre es el primer foco que se analiza de arriba a abajo en cuanto a la búsqueda y recopilación de pruebas. De acuerdo con los medios locales, el asesinato se cometió en un bungalow del hotel Haad Salad Villa.

Los médicos forenses que están estudiando el caso recogieron muestras de tejidos, grasa y pelo que han encontrado en la estancia para comprobar que el ADN presente en ellas corresponda tanto con el de Daniel Sancho como con el de Edwin Arrieta.

La habitación donde es posible que se encuentren la mayoría de las pruebas es en el baño. En esta habitación fue donde Arrieta se desplomó al suelo y se golpeó la cabeza con el lavabo, dejando un charco de sangre, después de que Sancho le propiciase un puñetazo en la cara.

Cámaras de seguridad

Además de las cámaras del supermercado que captaron a Daniel Sancho comprando el material que supuestamente ha utilizado para descuartizar a Arrieta, también hay pruebas gráficas en las cámaras de seguridad de varios lugares de la ciudad tailandesa.

El propio hotel donde se hospedaban es uno de esos lugares. Las cámaras de videovigilancia captaron que el español fue tanto la última persona de salir de la habitación como la última que habría visto al colombiano. 

Además, estas cámaras también grabaron a Sancho saliendo de su estancia con las correspondientes bolsas en las que supuestamente trasladó los restos del cuerpo del cirujano para deshacerse de ellos en el vertedero y en el mar.

Arañazos en el cuerpo

La primera prueba con la que la policía tailandesa sospechó de Daniel Sancho por el asesinato de Edwin Arrieta no se trata ni de los utensilios empleados para su descuartizamiento, ni del ADN encontrado en los contenedores de basura, ni de las imágenes de las cámaras de seguridad.

Fueron una serie de arañazos y cortes que presentaba en sus brazos cuando en la noche del jueves 3 de agosto fue a denunciar a la comisaría la desaparición de su amigo.

Dadas todas estas pruebas, la semana que viene será crucial para el caso de Daniel Sancho. El joven será puesto en detención ordinaria el 17 de agosto (una vez que salga de la zona de aislamiento por protocolo Covid). A partir de esta fecha, la ley tailandesa empezará a contar un máximo de 84 días para que se realice el juicio correspondiente, por lo que este debería darse a principios de noviembre. Asimismo, este domingo 13 de agosto se conocerán los primeros resultados del análisis de ADN sobre las partes recuperadas del cadáver de Edwin Arrieta que determinarán, entre otras cosas, si la víctima había consumido algún tipo de droga o sustancia antes de su asesinato. Una vez realizado el estudio, los restos del cirujano serán repatriados a Colombia para que su familia se pueda despedir de él, tal y como han pedido a las autoridades tailandesas.