La celebración de elecciones generales y sus pactos provocan un verano atípico en el panorama político

Sánchez y Feijóo, durante el cara a cara de la campaña electoral del 23J.
Sánchez y Feijóo, durante el cara a cara de la campaña electoral del 23J.
EFE
Sánchez y Feijóo, durante el cara a cara de la campaña electoral del 23J.

La convocatoria de elecciones generales anticipadas para el pasado 23 de julio y las negociaciones, que se han derivado de los resultados electorales, están copando la temporada estival. Todo ello, sumado a las crisis internas que están sufriendo partidos como Podemos o Vox, y los problemas judiciales de Carles Puigdemont —decisivo en una hipótetica investidura de Pedro Sánchez—, está dejando un verano atípico repleto de un contenido político ausente durante estas fechas otros años.

Los resultados electorales del pasado 23-J dejaron un reparto de escaños que forzaba a Sánchez y Alberto Núñez Feijóo a explotar la aritmética parlamentaria en busca de reunir apoyos para una mayoría absoluta, o bien una mayoría simple —más 'síes' que 'noes'—. La sucesión de encuentros con el resto de fuerzas parlamentarias para negociar el apoyo a uno u otro candidato está siendo la norma durante las últimas semanas.

Así como el entendimiento entre PSOE y Sumar estaba garantizado antes de acudir a las urnas —todavía no han pactado un acuerdo de gobierno—, PP y Vox han mantenido una relación mucho más problemática a pesar de haber formado gobiernos conjuntamente en algunas comunidades autónomas. No fue hasta el pasado domingo cuando el partido liderado por Santiago Abascal anunció que apoyaría un gobierno en solitario del Partido Popular sin condiciones

A pesar de ello, ninguno de los dos candidatos suma los apoyos necesarios para ser investido. PSOE y la formación encabezada por Yolanda Díaz reúnen 152 diputados, mientras que PP y Vox alcanzan los 170 votos a favor. Ninguno logra los 176 escaños que se materializan en mayoría absoluta y, por el momento, tampoco acumulan más 'síes' que 'noes'. Por ello, necesitan sumar apoyos de otras fuerzas.

UPN ya ha brindado su respaldo a Feijóo y la número dos popular, Cuca Gamarra, declaró el pasado miércoles que durante esta semana mantendría reuniones con Coalición Canaria. Ambos partidos se reunirán para negociar las exigencias de los canarios a cambio de apoyar la investidura del expresidente de la Xunta. Con el posible apoyo de CC, Feijóo sumaría 172 votos a favor, y se quedaría a cuatro de absoluta, aunque el PNV ya ha ratificado su negativa a negociar con el PP y los dirigentes populares descartan hablar con Junts por encontrarse fuera de los "límites constitucionales", por lo que tampoco alcanzaría la mayoría simple, en un principio.

Por su parte, el gobierno de coalición de la pasada legislatura —ahora con Podemos integrado en Sumar— sólo ha sumado el apoyo de EH Bildu, cuyo líder Arnaldo Otegui ya anunció el pasado julio que apoyaría una investidura de Sánchez, y necesitaría contar con ERC, BNG, Junts y el PNV. Los socialistas mantienen la "discreción" en las negociaciones, pero los independentistas catalanes son los que más se están resistiendo, sobre todo Junts, que condiciona su respaldo a las demandas conocidas basadas en un referéndum de autodeterminación en Cataluña y la amnistía para los enjuiciados por el procès. Esquerra pretende coordinar esfuerzos con el partido de Puigdemont a la hora de negociar sus votos, al saberse decisivos para la gobernabilidad del país. Mientras tanto, el PNV parece dispuesto a entenderse con Sánchez como ya hizo la pasada legislatura, pero quieren negociar las condiciones de su respaldo. 

Con todo esto, las negociaciones con Junts se están enturbiando todavía más por los problemas judiciales que está teniendo su líder Carles Puigdemont. El hecho de que los neoconvergentes sean clave para sacar adelante la investidura de Sánchez, tras el 23-J, ha coincidido con la inadmisión por parte del TC del recurso que presentó el expresidente catalán a la orden de detención que emitió el juez Llarena, el pasado 13 de junio. Además, el magistrado podría reactivar la euroorden contra Puigdemont tras verse privado de la inmunidad parlamentaria de la que gozaba como eurodiputado. A pesar de ello, Llarena ya descartó esta opción hasta que los tribunales europeos confirmaran la retirada de la inmunidad tras los recursos interpuestos por el líder de Junts.

El tramo importante de las negociaciones para investir a uno u otro candidato tendrá su introducción la próxima semana, concretamente a partir del próximo 17 de agosto, cuando se constituyan las Cortes y las Mesas correspondientes. PP y PSOE quieren presidir u obtener la mayoría del órgano rector del Parlamento, y para ello tendrán que contar con el apoyo de resto de partidos.

Por otro lado, algunos partidos están inmersos en una crisis interna a la vez que tratan de alcanzar sus intereses en las negociaciones de investidura. Es el caso de Podemos y Vox. El partido que integró el gobierno de coalición durante la pasada legislatura no sólo ha visto mermada su influencia política, en beneficio del partido de Yolanda Díaz, sino que también se ha visto obligado a poner en marcha expedientes de regulación de empleo (ERE) a sus trabajadores de la sede central de Madrid y de las de nueve comunidades autónomas. Los últimos fiascos electorales del partido que dirige Ione Belarra han reducido los ingresos del partido en más de un 70% a nivel nacional y un 90% a nivel autonómico, según comunicó la formación a sus trabajadores por carta.

Asimismo, Vox también se ha visto envuelto en una crisis en el seno de su formación por la salida de su portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, el pasado martes. Esta marcha responde a una tendencia que comenzó con Macarena Olona, tras sus malos resultados como candidata andaluza, y ha seguido con otras de renombre como la del exportavoz económico parlamentario, Rubén Manso, o el exdiputado nacional Víctor Sánchez del Real. 

Estos dos últimos, junto con Espinosa de los Monteros, suponían los máximos representantes de la facción liberal de la formación, caída en desgracia en beneficio del ala dura encarnada en Jorge Buxadé o Ignacio Garriga, que han ido ocupando puestos de responsabilidad en el partido. Asimismo, durante este jueves se conoció la renuncia de Juan Luis Steegmann, otro de los miembros que se había mostrado crítico con la dirección que está tomando el partido, por lo que agrava el cisma en Vox.

El próximo 17 de agosto se constituirán las Cortes Generales y con ellas las Mesas correspondientes. La formación de los órganos rectores de las cámaras servirá de introducción para el tramo importante de las negociaciones que protagonizarán los partidos, con el objetivo de reunir los apoyos necesarios para sacar adelante las investiduras de Sánchez o Feijóo.

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