La ofensa tuvo lugar en 2016. En entonces youtuber MrGranBomba en ese momento se dedicaba a realizar cámaras ocultas en la calle preguntando a las personas por una dirección mientras introducía insultos entre frase y frase. Hasta que decidió dirigirse a un repartidor llamándole "cara anchoa".
Concretamente, el youtuber le increpó: "Vamos a ver si me aclaro, 'cara anchoa'. ¿En qué parte estamos ahora mismo?", le preguntaba después de que el repartidor le hubiese indicado dónde se encontraba la zona de las tiendas. Un insulto al que el afectado reaccionó dándole una bofetada, a pesar de que el youtuber intentó explicarle que era una broma de cámara oculta.
Ahí empezó un periplo judicial. Una jueza de Alicante llevó al banquillo al youtuber por injurias y calumnias, imponiéndole una fianza de medio millón de euros y 16.200 euros en multas. Sin embargo, en 2018 fue absuelto, ya que tal y como notifica el fallo del jurado ese término es "inexistente en el diccionario de la Real Academia de la Lengua".
Por su parte, la Audiencia de Alicante condenó al repartidor a pagar 30 euros de multa por haber agredido al creador de contenido. La polémica provocó que MrGranBomba decidiese vender por 15.000 euros su canal de YouTube, en el que tenía más de medio millón de seguidores, a la empresa Play Hawkers.
Ahora, según publica el diario La Información, la Audiencia de Alicante considera probado que se produjo una intromisión ilegítima en el honor y en la propia imagen con la difusión de varios vídeos que se hicieron virales e impone una multa de 20.000 euros.
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