Internacional

Este es el método que Tailandia usa para ejecutar a los presos condenados a muerte

Tailandia es uno de los noventa países en el mundo que mantiene la pena de muerte vigente, aunque la aplica solo esporádicamente. Desde 1935, el país en el que está preso el español Daniel Sancho, para el que la Policía ha anunciado este martes que pedirá la máxima pena por el asesinato premeditado de Edwin Arrieta, ha ejecutado a 326 personas, 319 por fusilamiento, el último el 11 de diciembre de 2002, y dese entonces siete más todos por inyección letal, el último el 18 de junio de 2018. 

Desde la última ejecución, y según wikipedia, hay 195 personas en el corredor de la muerte tailandés. 

La ley tailandesa permite la imposición de una sentencia de muerte por 35 delitos, incluidos traición, asesinato y tráfico de drogas.

La pena capital no se impone inmediatamente. Hay un retraso porque un condenado puede apelar a dos tribunales más y puede solicitar después un indulto del rey. La pena de muerte se lleva a cabo en la prisión de Bang Kwang en Bangkok (también conocida como 'Bangkok Hilton'). 

Amnistía Internacional, organización que fiscaliza a los países que tienen todavía en vigor la máxima pena, explica que en una inyección letal es un método de ejecución que consiste en inyectar por vía intravenosa y de manera continua una cantidad letal de diversos fármacos combinados, que producen, sucesivamente, inconsciencia, parálisis respiratoria y paro cardíaco. En concreto se inyecta bromuro de pancuronio y cloruro de potasio.

El último ajusticiado en Tailandia fue un asesino que apuñaló hasta 24 veces con saña a su víctima. Ese año, 2018, el diario 'Bangkok Post' realizó una encuesta entre sus lectores sobre si la pena de muerte debería seguir aplicándose. Una mayoría, 92,49%, estuvo de acuerdo en mantenerla y 7,51% en contra. El primer ministro entonces Prayut Chan-o-cha, defendió que la pena de muerte era necesaria para mantener la paz y el orden.

El antecedente de Artur Segarra

Antes de Daniel Sancho otro español, Artur Segarra, fue condenado a la pena de muerte en Tailandia. Era año 2019. En su caso, que llegó hasta el Supremo del país, Segarra fue considerado culpable de secuestrar, robar y asesinar a otro español, David Bernat, en Bangkok en 2016. Segarra negó durante todo el procedimiento judicial su participación en los hechos que se le imputaban Según la sentencia, la víctima fue sometida a torturas y vejaciones, así como a privación de agua y comida durante seis días, para forzarle a dar las contraseñas de sus cuentas bancarias.

Un año después, en 2020, el rey de Tailandia conmutaba la pena capital a la que fue condenado el español Artur Segarra por otra de cadena perpetua. Segarra fue uno de los reos beneficiados por el perdón real con motivo del 68 cumpleaños del monarca Maha Vajiralongkorn.

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