"Hija mía no llores, tienes que estar tranquila y contenta, y orgullosa de quién es tu padre". Así es como se dirigía hace unos minutos el Presidente de Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, a su hija, durante su intervención en la Asamblea extraordinaria -por la polémica del beso no consentido a la futbolista Jenni Hermoso-, donde todos esperaban una dimisión que no ha llegado, ni llegará.
De hecho, lo único que ha anunciado Rubiales es que se tomará unas vacaciones con su familia para desconectar de la persecución mediática a la que se le ha sometido, en la que se ha presentado como "víctima de un asesinato social".
Lucía, Ana y Elena
Lucía, Ana y Elena son las tres hijas del presidente, por las que, tras la polémica del beso en la celebración del mundial, pedía a Jenni Hermoso salir con él en el vídeo de disculpas: "Mi puesto está en juego, hazlo aunque sea por mis hijas. Necesito que salgas conmigo", le suplicó durante el vuelo de regreso a España, según la futbolista.
La madre de sus tres hijas es Manuela Delicado Vega, con quien conserva una buena relación, a pesar de estar divorciados. “Creo que siempre hemos hecho lo mejor por las niñas. Yo no creo que fuera un fracaso, fuimos muy felices, pero cuando pasas a otra etapa, pues pasas”, relató en la entrevista en Viajando con Chester.
Aunque todo su amor se lo llevan ellas: “Mis hijas son muy fuertes, más fuertes que yo. Yo me considero un tío fuerte, pero lo de mis hijas no es normal”, admitía.
Allí contó también que “la mayor estudia Historia del Arte, es una tía muy sensible y con un compromiso consigo mismo y con la sociedad. La mediana es la que más se parece a mí, quizá la más reivindicativa y es, además, una tía con una inteligencia bestial”.
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