La nuda propiedad es una opción cada vez más demandada, sobre todo en el contexto de incertidumbre económica actual por el alza inflacionista, que ha afectado también al mercado inmobiliario. Como explican en el portal de Idealista, este tipo de viviendas son aquellas "que se venden sin renunciar al derecho de uso y disfrute de las mismas, es decir, al usufructo". 

Se trata de una alternativa por la que optan muchos propietarios para obtener rendimiento por su vivienda, pero seguir residiendo en la misma hasta su fallecimiento. Por tanto, "permite a los propietarios mayores obtener ingresos sin perder su hogar y a los inversores acceder a viviendas con un gran potencial de rentabilidad".

Cuáles son las ventajas fiscales de la nuda propiedad

Por otro lado, se trata de una opción interesante para las personas que quieran comprar un inmueble a un precio más reducido sin tener prisa por entrar a vivir. De hecho, recoge Idealista, el precio suele ser "entre un 40% y un 60% más barato que el de la plena propiedad".

¿En qué casos el arrendatario debe indemnizar al arrendador por la cancelación del contrato?

Esto ocurre porque el comprador no puede utilizar y disfrutar de la vivienda "hasta que se extinga el usufructo", que generalmente ocurre con el fallecimiento del propietario. "Además, el valor del inmueble puede verse aumentado con el paso del tiempo", añaden.

¿Es posible vender o comprar la mitad de una vivienda?

Otras ventajas de la nuda propiedad es que es posible disfrutar de beneficios fiscales, "como la exención del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) si se trata de una vivienda habitual". Asimismo, también podrán deducirse parte del IRPF si se destina a la residencia usual. "No tienes que hacerte cargo de los gastos derivados del uso y disfrute del inmueble, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), la comunidad de propietarios o los suministros, que corresponden al usufructuario", subrayan.