Los ocupantes de uno de los dos coches accidentados en Lugo intentaban evitar un suicidio antes de la colisión

Los tres ocupantes de uno de los coches accidentados el sábado en Lugo trataban de evitar un suicidio. Eran una pareja, de 24 y 25 años, que viajaban junto a su bebé de dos meses y una amiga de 23 años. La madre de la recién nacida conducía, mientras que su novio iba sentado en el asiento del copiloto. Cuando se produjo la colisión con otro coche, iban hablando con una agente de la Policía.

Los hechos ocurrieron este sábado a las 22.10 horas. Minutos antes, los tres jóvenes vieron por la calle a un hombre ensangrentado, lleno de cortes por el cuerpo y con la mirada perdida que caminaba en dirección al puente que cruza el río Miño en la ciudad amurallada. No conocían a la persona, pero decidieron seguirlo en su Ford Focus rojo y avisar a la Policía para evitar que se lanzase al vacío.

Esa noche había mucho tráfico en la Avenida das Américas. El copiloto iba hablando con una agente para explicarle lo que acababan de presenciar en la calle Lamas de Prado, tal y como cuenta a El Progreso. Cuando estaban cruzando el paso elevado de la N-6, un coche invadió el carril contrario —posiblemente, tratando de adelantar a otro— y chocó de frente con el vehículo en el que circulaban los tres jóvenes y el bebé.

Resultaron heridos graves todos los ocupantes de ambos coches y dos de ellos fallecieron horas más tarde. El vehículo que se desvió al sentido contrario estaba ocupado por Antonio Pumariega, de 95 años, y su hija María Teresa, de 68 años, que murieron tras el accidente. Iban acompañados por la otra hija de Antonio, de 65 años, el marido de ésta y un amigo, que era el que conducía.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron los servicios de emergencias, policías y bomberos, que tuvieron que excarcelar a una de las personas accidentadas. El resto, a pesar de las heridas, pudieron salir por sí solos. En el coche de los jóvenes, la amiga de la pareja cubrió al bebé que iba sentado a su lado y tuvo una hemorragia nasal, pero logró abandonar el coche con la recién nacida en brazos.

La madre de la menor y conductora del coche rompió la tibia, mientras que su pareja tenía dañadas las rodillas. Todos los heridos fueron trasladados al Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) y tres de las víctimas ingresaron en la UCI. El bebé ya ha sido dado de alta y el resto continúan en planta con pronóstico favorable. La agente que iba hablando con el joven escuchó en directo el choque.