¿Sabías que podemos saber si nuestro gato siente algún dolor a través de sus gestos faciales? Como ya sabemos, nuestros mininos son grandes expertos en ocultar sus puntos débiles, lo que incluye cualquier tipo de síntoma o signo frente a cualquier enfermedad, ya que, en su vida salvaje, esto les dejaría expuestos ante cualquier depredador.
A pesar de que su vida doméstica no cuenta con tantos peligros y amenazas, la realidad es que nuestros gatos siguen manteniendo ese comportamiento defensivo y, por lo tanto, camuflan el dolor también ante nosotros, lo que dificulta la labor de los tutores a la hora de saber si se encuentra sano.
Por suerte, la tecnología y la medicina veterinaria relacionada con el bienestar felino ha crecido muchísimo en los últimos años, habiendo cada vez más expertos dedicados al comportamiento felino que nos permiten y enseñan a entender mejor a nuestros gatos y, también, a saber leer cuándo no se encuentran bien (a pesar de sus esfuerzos por ocultarlo).
La expresión facial de nuestros pequeños peludos, por raro que parezca (ya que muchos pueden no llegar a ser muy expresivos), nos dice mucho sobre su estado de salud. Así lo descubrieron hace unos años un grupo de investigadores del Hospital Veterinario Docente (CHUV) de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Montreal, quienes han desarrollado una escala de dolor felina donde, a través de diferentes expresiones faciales, podemos saber cómo se encuentra nuestro minino.
Además, han desarrollado una aplicación para móviles que nos ayuda a aprender a identificar el dolor en nuestros propios gatos a través de esta escala y que está disponible tanto en Google Play como en el Apple Store, habiéndose convertido en una herramienta super útil que recomiendan veterinarios como Fátima Blanco o Ángela González.
Observando a nuestros gatos
¿En qué debemos fijarnos de la expresión facial de nuestros gatos si queremos saber si sienten algún tipo de dolor? Aunque a veces pueden ser sutiles, los signos de malestar en nuestros gatos están presentes si sabemos dónde mirar.
Las orejas, los ojos, el hocico, los bigotes y la posición de su cabeza, son las partes a las que deberemos prestar más atención si queremos saber cómo se encuentra nuestro gato y, yendo un paso más allá, qué grado de malestar tiene.
Empezando por las orejas, dependiendo del grado de dolor que tenga nuestro gato, se tornarán más giradas o más erguidas. Si no siente nada de dolor, las orejas estarán rectas y hacia delante, mientras que si nuestro minino siente un poco de dolor, las colocarán ligeramente separadas. Si nuestro gato realmente se encuentra mal, además de separadas, sus orejas estarán giradas hacia fuera.
En cuanto a los ojos, si nuestro gato los tiene completamente abiertos, significa que no siente ningún tipo de dolor, no obstante, si los tiene parcialmente cerrados o directamente entrecerrados, querrá decir que sufre un poco de dolor o mucho, respectivamente.
Su hocico también nos aporta información, aunque puede ser la parte más difícil de identificar. Si nuestro gato se encuentra bien, su hocico tendrá una forma redondeada, mientras que si tiene algún tipo de dolor, presentará una tensión leve. Si se encuentra realmente mal, la tensión será más pronunciada y su hocico tendrá una forma más elíptica que redondeada.
Sobre la posición de los bigotes, si nuestro pequeño peludo no padece ningún dolor, tendrá los bigotes relajados, curvados ligeramente hacia abajo. Sin embargo, si se encuentra un poco mal, éstos se tornarán un poco más rectos y más cercanos a la cara. Por último, si siente mucho dolor, sus bigotes estarán completamente rectos y moviéndose hacia adelante (lejos de la cara).
Por último, también podemos fijarnos en la posición de su cabeza: si se encuentra por encima de la línea de los hombros, significa que nuestro gato se encuentra bien pero, si se alinea con esa misma línea, significa que puede estar sintiendo algo de dolor. Si vemos que agacha la cabeza por debajo de la línea de los hombros o la inclina hacia abajo (barbilla hacia el pecho), quiere decir que siente mucho dolor.
Debemos recordar que, si sospechamos de que nuestro gato pueda sentir algún tipo de malestar o dolencia, lo más inteligente es acudir a nuestro veterinario de confianza para que le haga una revisión y podamos salir de dudas. Además, de padecer alguna enfermedad, cuanto antes la detectemos, más fácil será la recuperación.
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