Zelenski "cambia el enfoque" de la guerra y obliga a dimitir a su ministro de Defensa tras meses envuelto en polémicas

El exministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov.
El exministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov.
Europa Press / Ukrainian Presidency
El exministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov.

La cara visible de la guerra en Ucrania cambiará desde este lunes. La dimisión del ministro de Defensa, Oleksí Réznikov, (a petición del presidente Zelenski) no ha sido una sorpresa para nadie, después de meses de polémicas en los que ha sido cuestionado incluso por un sector de los ciudadanos ucranianos. El Gobierno ucraniano busca demostrar que se toma en serio los casos de corrupción; uno de los grandes problemas de Ucrania y por los que Bruselas ha pedido mano dura si quiere ingresar en la Unión Europea. Sin embargo, esta dimisión forzada podría tener muchas más aristas. 

Los casos de corrupción que salpicaron a Réznikov (sobreprecios de la comida, los uniformes y las municiones para los militares) estallaron a principios de año, por lo que la prensa y los expertos se inclinan también por la necesidad de un cambio de rumbo en el ámbito militar. "Réznikov ha pasado más de 550 días de guerra a gran escala. Considero que el ministerio necesita un nuevo enfoque y otras formas de interacción con los militares y con la sociedad en general", dijo Zelenski este domingo durante su habitual discurso nocturno. Horas después la dimisión estaba encima de la mesa.

Réznikov se despide tras 22 meses de guerra en los que ha estado a cargo del Ministerio. En su último mensaje como ministro ha presumido de haber convencido a Occidente de que suministraran a Kiev armamento pesado, cuando al principio se negaban. Los expertos ucranianos y occidentales consideran que esto apenas repercutirá en la marcha de la contienda, ya que es el comandante en jefe del Ejército ucraniano, Valeri Zaluzhni, el que diseña la estrategia militar.

Lo mismo cree la parte rusa. El líder prorruso de Donetsk, una de las regiones ucraniana anexionada por Moscú, Denís Pushilin, ha asegurado este lunes que la destitución "no cambia nada" para Rusia y no tendrá consecuencias negativas en el campo de batalla.

Rustem Umérov asumirá el mando

El señalado por Zelenski para sustituir a Réznikov será Rustem Umérov, un tártaro de Crimea de 41 años que ejercía la función del Fondo de Patrimonio Nacional.  El futuro ministro ya formó parte de las delegaciones ucranianas que participaron en las negociaciones con Rusia, en la firma de los acuerdos del grano auspiciados por Turquía y la ONU y en el canje de prisioneros de guerra. El presidente ucraniano ha pedido a la Rada Suprema que respalde cuanto antes su nombramiento.

Umérov tiene experiencia tanto en el sector público como en el privado, lo que, según los expertos, puede ayudar a incrementar el potencial de la industria militar nacional. Economista de formación, cursó un año de estudios en Estados Unidos y como diputado también desarrolló las relaciones con Turquía y Arabia Saudí.

Considerado uno de los principales representantes de los tártaros crimeos en Ucrania, también fue asesor de su líder, Mustafá Dzhemílev, y encabezó junto a éste la Plataforma de Crimea, mecanismo que busca revertir la anexión rusa de dicho territorio. Por ello, su nombramiento es visto como una confirmación del compromiso de Zelenski con la liberación de esa península, cuya anexión cumplirá diez años en marzo de 2024.

La contraofensiva cumple tres meses

Este movimiento es el mayor cambio en el seno del Gobierno ucraniano desde el comienzo de la guerra en febrero de 2022. Y se produce en medio de la contraofensiva iniciada hace varios meses y que avanza más lento de lo esperado por Kiev. Este mismo lunes la viceministra ucraniana de Defensa, Hanna Maliar, destacó los avances en el frente sur hacia el bastión ruso de Melitópol, en la región sureña de Zaporiyia, y en los alrededores de Bajmut, ciudad de la región de Donetsk tomada en mayo por el Grupo Wagner.

El optimismo ucraniano choca con la visión de la contraofensiva de Moscú. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha tachado este lunes de "fracaso" los tres meses de contraofensiva al reunirse con su colega turco, Recep Tayyip Erdogan. "No es un atasco, es un fracaso", dijo en rueda de prensa conjunta.

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