Los gitanos alzan la voz contra el fracaso y la discriminación en el colegio: "Mi mejor amiga no me invitó a su cumpleaños por mi raza"

Los gitanos alzan la voz contra el fracaso y la discriminación en el colegio: "Mi mejor amiga no me invitó a su cumpleaños por ser gitana"
Los gitanos alzan la voz contra el fracaso y la discriminación en el colegio: "Mi mejor amiga no me invitó a su cumpleaños por ser gitana"
Los gitanos alzan la voz contra el fracaso y la discriminación en el colegio: "Mi mejor amiga no me invitó a su cumpleaños por ser gitana"
Los gitanos alzan la voz contra el fracaso y la discriminación en el colegio: "Mi mejor amiga no me invitó a su cumpleaños por ser gitana"

Más de 100.000 alumnos gitanos están a punto de comenzar un nuevo curso escolar en España y lo harán en peores condiciones que sus compañeros de clase. La discriminación, la falta de recursos y la ausencia de expectativas marcarán un año más la vuelta al cole para este colectivo que reclama más atención por parte de las administraciones públicas. 

Los datos son reveladores: la tasa de fracaso escolar de los alumnos gitanos se sitúa en el 62,8% frente al 4% del alumnado general y su esperanza de vida escolar (12,2 años) es más de seis años inferior a la  media nacional (18,7 años). 

"Tener unos padres sin formación que no te pueden ayudar a hacer los deberes, no disponer de un espacio adecuado en tu hogar para estudiar, no poder permitirte un profesor particular o actividades extraescolares, no tener internet ni ordenador en casa... este es el contexto socioeducativo de muchos niños gitanos y deja muy claro que parten de una situación de desventaja, algo que luego vemos reflejado en los resultados escolares", afirma Sara Giménez, presidenta de la Fundación Secretariado Gitano.

"Con una mirada deduces lo que no te quieren decir"

A esas desventajas se suman la discriminación y la segregación que sufren en los colegios. "Muchas veces te excluyen por el mero hecho de ser gitano. Con una simple mirada puedes deducir lo que no te quieren decir con palabras", explica Samuel Hernández, un joven de 18 años que ha hecho frente a esa realidad y está a punto de empezar el grado superior de Técnico en Enseñanza y Animación Sociodeportiva (TSEAS).

fotografo: Jose Gonzalez Pérez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Colectivo gitano
Samuel junto a su madre Dolores Flores
José González

"No me ha llegado la nota para entrar en la Universidad, pero cuando termine este grado de FP mi idea es seguir estudiando y hacer la carrera para ser profesor de Primaria de educación física", añade, muy ilusionado ante ese reto y bajo la mirada orgullosa de su madre: "En casa lo vivimos con mucho orgullo. Queremos que estudie para que salga adelante, algo que sus padres no pudimos hacer. No es fácil, pero con mucho esfuerzo le ayudamos en todo lo que podemos".

Dolores es madre de nueve hijos y está en el paro, igual que su marido, pero no escatima esfuerzos para que Samuel y sus hermanos puedan estudiar: "Cuesta un poco y tienes que ir quitándote algunas cosas para que ellos tengan lo necesario para estudiar. A veces les ha faltado un lapicero o no nos ha llegado para comprar un libro de inglés y han sido discriminados por ello en el colegio".

Samuel recuerda que sufrió marginación por parte un profesor en el colegio de Carabanchel en el que estudió: "Me llegó a decir que no valía para esto y a preguntarme qué hacía allí. Cuando tienes ilusión por estudiar es un batacazo que te hunde la moral y te afecta psicológicamente". Sin embargo, asegura que su relación con los compañeros de clase ha sido siempre buena: "Soy una persona muy sociable y hablo mucho con todo el mundo. De pequeño muchos no sabían ni que yo era gitano hasta que se lo decía".

Un profesor me llegó a decir que no valía para esto. Cuando tienes ilusión por estudiar es un batacazo que te hunde la moral"

Sara Jiménez es otra estudiante gitana que ha hecho frente a las adversidades y a sus 21 años acaba de terminar la carrera de magisterio en la Universidad Autónoma de Madrid. "La barrera más significativa que encontré en mi etapa educativa fue la falta de referentes. Nadie en mi entorno había ido a la universidad y no tenía en quién fijarme", dice.

fotografo: Jose Gonzalez Pérez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Colectivo gitano
Sara Jiménez acaba de terminar la carrera de magisterio
José González

"También viví la falta de recursos porque en casa no me podían ayudar mucho", asegura Sara, que tiene tres hermanos y el único sueldo del hogar era el de su padre, conductor para una residencia: "En casa éramos seis personas y para mí no era viable estudiar en la mesa del comedor con mi hermana pequeña viendo la tele, así que tenía que irme a la biblioteca".

Como Samuel, vivió algún episodio de discriminación en la escuela por el hecho de ser gitana: "Recuerdo que cuando tenía 8 años mi mejor amiga no me invitó a su fiesta de cumpleaños porque sus padres decían que yo era gitana y no querían que se juntara conmigo". 

Ahora, con un título universitario bajo el brazo, acude a algunos centros a dar charlas a alumnos gitanos y denuncia la segregación que sigue habiendo en las aulas: "Hay profesores que tienen a los alumnos apartados o prácticamente abandonados. Eso hace que sientan que no tienen la confianza de los profesores y no tienen expectativas".

Hay profesores que tienen a los alumnos gitanos apartados o prácticamente abandonados, sin expectativas para ellos"

En ese sentido, la Fundación Secretariado Gitano alerta de que los centros educativos en los que estudian niños gitanos presentan "una alta tasa de concentración" de estos alumnos, lo que incrementa la "estigmatización" del colectivo: "La segregación dificulta la inclusión social, aumenta la conflictividad y limita la calidad de la enseñanza".

"Buena parte de estos centros, la gran mayoría públicos, tienen más de un 15% de alumnos gitanos cuando la población gitana en España no llega al 2%. Pero esa concentración se convierte en segregación cuando supera el 30% y llega hasta el 80% en algunos colegios", expone Isidro Rodríguez, director general de la Fundación.

Samuel asegura que no vivió en primera persona la segregación en la escuela, pero sí conoce muchos casos de "amigos del barrio" que han sido apartados en aulas especiales o, incluso, uno de sus hermanos: "El año pasado, mi hermano pequeño vivió esa experiencia porque había un profesor que directamente lo sacaba de clase o lo sentaba en una esquina".

La brecha empieza en Infantil

La situación de desventaja del alumnado gitano empieza muy pronto porque su incorporación a la educación infantil es lenta y muy inferior a la del resto de alumnos: su tasa de escolarización en esta etapa es del 51%, 17 puntos inferior a la media (68,7%). "Todos sabemos que una educación temprana tiene un impacto claro y notorio en el posterior éxito escolar, así que ya empezamos en los primeros años de vida con una desventaja de partida", señala Isidro Rodríguez.

"En Primaria ya empezamos a ver datos claros de retraso escolar. En Tercero de Primaria, con 8 años, solo el 77% de los niños gitanos están en la edad escolar que les corresponde. Es decir, hay un 23% que ya han repetido y perdido un curso. En Quinto de Primaria esa brecha aumenta y más del 40% ya han repetido al menos un curso", añade.

Y subraya que "lo que era una desventaja temprana y un desfase educativo en Primaria, se traduce en un drama en Secundaria debido a las altas tasas de fracaso escolar". 

Rodríguez sostiene que la repetición de cursos es un factor muy determinante que aboca a los niños gitanos a abandonar los estudios sin terminar la Secundaria: "Muchos cumplen los 16 años cuando todavía no han terminado la ESO y como ya no están en edad de enseñanza obligatoria, pues deciden dejar los estudios para ponerse a trabajar o buscarse la vida".

"En mi barrio tengo un grupo de amigos gitanos que los conozco desde pequeño. Empezaron el colegio conmigo, pero en Primaria ya repitieron algún que otro curso y entraron al instituto más tarde que yo sin ninguna motivación, solo esperando a cumplir los 16 años para dejarlo", cuenta Samuel. "Muchas veces el motivo del abandono es que no tienen ninguna meta o finalidad para estudiar", añade.

Redactor '20minutos'

Licenciado en Periodismo por la Universidad Internacional de Catalunya. Diplomado en Ciencias Empresariales. Máster en Banca y Finanzas en la UPF Barcelona School of Management. Periodista en 20 Minutos desde el nacimiento de este periódico en el año 2000.

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