Kevin Costner, Christine Baumgartner y un divorcio de "lujo" y "ADN"

Christine Baumgartner y Kevin Costner.
Christine Baumgartner y Kevin Costner.
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Christine Baumgartner y Kevin Costner.

Lo que parecía un matrimonio sólido y estable dados los años que llevaban juntos acabó por estallar el pasado mes de mayo. Y desde entonces los titulares que lo monitorean siempre van acompañados de una cifra: la que una de las partes está dispuesta a pagar, la que la otra quiere recibir, la que dicta el juez, la que se vuelve a reclamar...

En nombre de sus tres hijos en común y de un supuesto ADN en el que va incluido el lujo, Kevin Costner y Christine Baumgartner han protagonizado un esperpéntico juicio mediático que ha ejemplificado desgraciadamente una forma de entender el amor y la crianza de unos menores solo en base a lo que se les puede proveer. Al final, la justicia le ha dado la razón al actor y pagará mucho menos de lo que estaba dispuesto a pagar de manutención en lo que las redes han tildado de "codicia" de Baumgartner.

Comencemos por donde comenzaron ellos: un campo de golf. El actor y director se estaba preparando para un papel en una comedia deportiva, Tin Cup a mediados de los años 90. La joven Christine, que en su escrito a la fiscalía ha recordado que en aquel entonces ella acababa de cumplir 18 años, conoce a la estrella, que ya cuenta con aproximadamente 37 primaveras. Que se sepa, en aquel momento no ocurre nada, pero mantendrán el contacto.

Entre otras cosas, porque Kevin Costner está por entonces casado con Cindy Silva, con quien comparte tres hijos —Annie, Lilly y Joe Costner— y lleva en matrimonio desde 1978. Pero en 1994 se divorcian. Es  inmediatamente después cuando el ganador del Oscar por Bailando con lobos comienza a salir con Bridget Rooney. Pero el tiempo que duró su amor lo mantienen en secreto, no se sabe bien si porque comenzó antes de que él y Silva tomasen caminos diferentes.

"Las tentaciones son bastante fuertes", dijo el intérprete en una entrevista con el Herald Weekly, "el matrimonio es como un concierto difícil". Rooney es la sobrina de Dan Rooney, por aquel entonces dueño del equipo de fútbol americano de los Pittsburgh Steelers. La socialité se queda embarazada, si bien no quiere decir a los medios quién es el padre. "Estoy 110% segura de quién es el padre. Solo estoy disfrutando de mi embarazo", comentó en una extraña declaración al New York Magazine en 1996.

En 2002 se sabría que Rooney insistió a Costner para que se hiciese un prueba de paternidad en cuanto nació el pequeño y que desde que lo supo se había encargado del pequeño. Sin embargo, para entonces ya llevaba saliendo un tiempo con Christine. Se habían vuelto a encontrar y a retomar la relación en 1999 y, en 2003, se separan brevemente. La razón es simple: la diseñadora de bolsos está en mitad de su veintena y sabe que querrá formar una familia; Costner, por su parte, no está seguro de querer tener más hijos. 

En  2018, el cineasta diría con respecto a esto que el "miedo" se interponía en su relación porque no sabía si podría ser un buen padre. Sin embargo, admite, luego recobrará el sentido común. "Me desperté y pensé: '¿Me voy a perder a una mujer estupenda que está dispuesta a estar conmigo hasta mi último aliento porque tengo miedo de decirle que sí a tener un hijo?'. Eso es todo lo que me hizo falta. A veces aprendes que lo que más temes te salvará la vida", explicó para la revista Closer.

No solo le dan otra oportunidad a la relación, sino que en 2004 se casan en su rancho en Aspen, en Colorado, cuyo nombre es Dunbar Ranch. El 6 de mayo de 2007, Costner y Baumgartner tienen su primer bebé, un hijo al que bautizan como Cayden, nació el 6 de mayo de 2007. Su segundo hijo, Hayes, viene al mundo el 12 de febrero de 2009. Por último, Christine da a luz a la pequeña Grace el 2 de junio de 2010.

Para todos la idea de Kevin Costner —y que comparte su esposa— es la misma que con sus anteriores hijos: mantenerlos alejados de los medios de comunicación y de los focos, a excepción de asistir a los estrenos y premieres de algunas películas y series de su padre, y que su privacidad y seguridad sea lo más importante.

Y de esa familia feliz hay que dar un salto al primero del pasado mayo de 2023. Ese día Christine solicita el divorcio después de no poder solucionar sus diferencias. Por aquel entonces, el hermetismo sigue siendo muy importante para todos los implicados. "He evitado hacer público los motivos de nuestro divorcio y he hecho esto para proteger la privacidad de nuestra familia", especifica Baumgartner en los documentos burocráticos necesarios.

Y es cierto que aún estos no se saben, pero para junio ya se había complicado el divorcio, cuando Christine se negó a abandonar la casa en la que vivían todos juntos en Carpintería, una localidad costera de California. Y Kevin Costner tuvo que recurrir a los tribunales porque su exesposa se negaba a marcharse, teniendo que pedir por escrito a la justicia que evitase que Christine se llevase parte de sus bienes.

El plazo de 30 días expiró y finalmente Baumgartner, de 49 años, se tuvo que marchar a una vivienda cercana alquilada por 40.000 dólares al mes. Además, para Christine, el mes de julio no fue mucho mejor : ella pedía una manutención infantil de 248.444 dólares al mes, pero Kevin Costner se negó y el juez Thomas Anderle le dio la razón: dictaminó que solo debía ser de 129.755 dólares al mes.

Y entre enfrentamientos de los abogados de ambas partes diciendo que si uno u otro obró de mala fe durante la mudanza, Christine ha llegado a llorar ante el juez pidiéndole que aumente la cantidad a alrededor de 175.000 dólares al mes, pues entiende ella que debe proporcionar a sus hijos adolescentes un "nivel de vida comparable" a cuando están con su padre, y este posee desde la mansión californiana de 175 millones al rancho de Aspen.

Las razones que ha esgrimido para tan extraña petición es que Cayden, Hayes y Grace, cuando están con su padre, hacen todos los deportes que quieren y viajan en aviones privados y que, como tienen "el lujo en el ADN", ella no va a poder proveerles de todo lo que necesitan, por lo que, deja inferir, preferirán estar con el cineasta.

Para acabar de rizar el rizo, Kevin Costner y su equipo legal le han hecho saber al juez que creen que en realidad quiere esa cantidad para poder vivir a todo tren con su nuevo novio, Josh Connor, un "amigo de la familia" según ella, con el que no tiene nada —exceptuando que se ha ido de vacaciones con él a Hawái dos veces este año y que se acaba de divorciar—.

Y el juez ya ha decidido y ha perdido Christine, que además ha visto reducida su manutención a 63.000 dólares al mes. Mientras, los tres menores, que habían visto hasta ahora la vida desde el privilegio, sí, pero también desde la privacidad, siguen en el centro del relato sin que se sepa más de ellos que un dato poco científico sobre su ADN.

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