Joaquim Coll Historiador y articulista
OPINIÓN

Feijóo, Pedro y el lobo

Núñez Feijóo y Sánchez se reúnen en el Congreso.
Núñez Feijóo y Sánchez durante su reunión en el Congreso.
Zipi Aragón / EFE
Núñez Feijóo y Sánchez se reúnen en el Congreso.

La investidura de Núñez Feijóo está muerta y solo puede acabar descomponiéndose a lo largo de los muchos días que faltan. En cambio, lo que está cogiendo velocidad de crucero es la entente de los socialistas con Carles Puigdemont para la continuidad de Pedro Sánchez en la Moncloa. Las condiciones del expresident fugado son un chantaje a la democracia española porque esa amnistía, presumiblemente inconstitucional, no sería el fruto de un proceso de reconciliación entre catalanes ni pondría punto final al procés. Puigdemont ni renuncia a la unilateralidad ni al "mandato" del 1 de octubre hasta que no se celebre un referéndum pactado. Al contrario, al validarse con la amnistía el argumento secesionista sobre la injusta "represión" del Estado, Puigdemont recuperaría el liderazgo y volvería a Cataluña para relanzar el procés

La gravedad del momento queda enmascarada por la extrema polarización entre bloques, que nubla el juicio a muchos votantes socialistas, y porque la derecha lleva años exagerando con aquello de que España se rompe, que Sánchez es un 'vendepatrias' y viene el lobo. El PP se frotó las manos con el hecho de que el PSOE no tuviera más remedio a finales de 2019 que apoyarse en Podemos y los independentistas, creyendo que las contradicciones harían saltar a la "coalición Frankenstein" por los aires. Pero Sánchez ha demostrado ser un maestro del contorsionismo y volvió a salir vivo de las elecciones del 23-J.

El chantaje de Puigdemont, que Sánchez, en un acto de cinismo táctico, está dispuesto a aceptar, sin importarle lo que decía hace dos días, supone un golpe al Estado de derecho. En Cataluña volverá la inflamación secesionista, porque ERC no querrá ser menos, y tras la amnistía, los independentistas exigirán una consulta de autodeterminación o, directamente, lo volverán a hacer. Los errores del PP en la oposición han sido muchos y comparte con el PSOE la culpa por la erosión institucional que sufrimos. 

Sin embargo, Feijóo tiene ahora una oportunidad de oro para demostrar sentido de Estado. Atendiendo a lo grave del momento, debería ofrecerle a Sánchez su abstención en la investidura, a cambio de que no pacte con Puigdemont y se pongan a trabajar juntos en esos seis grandes pactos que le propuso a finales de agosto, lo que podría rehacer los puentes rotos entre ambas formaciones. Al mismo tiempo, el líder del PP debería anunciar que retira su investidura, pues a estas alturas ya no tiene ningún sentido, y solo serviría para que le dieran palos. España se acerca al precipicio, aunque a muchos no se lo parezca, cansados de oír que viene el lobo. Feijóo demostraría con ello que prefiere entregar el poder a Sánchez antes de que este liquide el pacto constitucional.

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