Madrid

Frigoríficos, coches, bombonas de butano... Todo lo que arrastró el río de Aldea del Fresno tras la DANA

Un vehículo afectado por inundaciones causadas por la DANA en Villamanta, Madrid
Europa Press

Una de las tareas en las que se han estado centrando los Bomberos de la Comunidad de Madrid en las localidades que se vieron afectadas por la DANA es en sacar los objetos que fueron arrastrados al río. Bombonas de butano, frigoríficos, coches, neveras... Son todo tipo de elementos los que los efectivos se están encontrando. Para ello, están necesitando hacer uso de maquinaria pesada, como excavadora. Fue una de las prioridades durante la semana, ya que al retirar todos estos elementos se facilitaba la tarea de búsqueda de las dos personas que desaparecieron en Aldea del Fresno y Villamanta, que ya aparecieron muertas.

Las fuertes lluvias registradas durante la noche del domingo, 3 de septiembre, provocaron que los ríos de la zona sur de Madrid se desbordasen. Es lo que ocurrió en el Alberche, acostumbrado a llevar poca agua. Sin embargo, la intensidad de la DANA provocó que el caudal creciese de manera drástica, provocando grandes destrozos. La zona en la que transita el agua se convirtió en avenidas llenas de ramas, lodo, árboles... 

Un día después de las lluvias, surgieron algunas voces denunciando que si se hubiese limpiado el cauce del río, los daños podrían haber sido menores. Sin embargo, Cristina Lobera, ingeniera de montes, difiere de esta opinión. Considera que, de haberse hecho la limpieza que reclamaban, el agua hubiese fluido a una velocidad aún mayor y podría haber provocado mayores daños. Y es que “cuando el agua coge más, se convierte en un canal, y genera más daños". 

¿Se pueden reducir daños con más limpieza de los ríos?

"Un río no solo es el agua. Es también la vegetación que está a su alrededor, las gravas, el sedimento que transporta...", explica Cristina Lobera. Por ello, defiende que todos esos elementos no se pueden retirar del terreno. "Cuando se habla de limpieza, en realidad, hacemos referencia a la basura que puede acumularse. No a la vegetación que genera el río", apunta. Son estos primeros elementos los que sí hay que quitar. "No tiene que haber colchones o trozos de coches dentro del cauce", expone. Sin embargo, añade que "cuando los vecinos hablan de limpieza de cauce, sobre todo tras un fenómeno como la DANA, lo que quieren es quitar los elementos naturales para dejarlo como un canal".

El problema de convertir un río natural en un canal es que "el agua coge mucha más velocidad" y "cuanto más rápido va, más daño genera". 

Es una postura con la que coincide Jose Carlos Robredo, profesor titular de la Universidad Politécnica de Madrid en Ingenieros de Montes. Defiende que "las inundaciones se producen cuando hay precipitaciones extraordinarias y, nosotros, no podemos impedir este tipo de precipitaciones". Y es que entran en juego dos variables que determinan la manera en la que fluirá el agua por el río: la velocidad y el nivel.

"Cuando hay mucha vegetación, al agua le cuesta pasar y lo hace más despacio, de manera que necesita más altura para poder ese caudal y provoca más inundaciones", explica. Sin embargo, si se elimina todos esos elementos naturales, "el agua más deprisa, ya que necesita menos nivel e inunda menos".

Estas dos afirmaciones harían pensar que es mejor quitar la vegetación. Nada más lejos de la realidad. "El problema de que el agua vaya más deprisa es que arrastra más, porque la capacidad de erosionar es mayor", apunta Robredo. Esto es lo que provoca que los puentes, como los de Aldea del Fresno, se derrumben. "La erosión se produce también en la base de los puentes y en las cimentaciones de las casas, así que todo eso acaba cayendo", añade. Además, rechaza eliminar esa vegetación debido a que también "es parte de los ríos".

Esto es algo en lo que concuerda Roberto, vecino de Aldea del Fresno."La zona más sucia del cauce era llegando a Caralberche", explica. "Podía haber estado un poco más limpio, pero creo que no hubiésemos conseguido nada", añade. Bajo su punto de vista, el problema fue que el cauce sumó una gran cantidad de agua y aumentó la velocidad con la que fluía que hacía prácticamente imposible evitar daños como la caída de los dos puentes. "No los han tirado los troncos o algo por estilo. Realmente ha sido la cantidad de agua, que se ha comido la base", expone.

¿Por qué se inunda?

Cuando hay inundaciones la gente se sigue agarrandoa que hay que protegerle la casa o la finca para que no se inunde, sin pensar que esa zona está metida dentro de lo que es el espacio fluvial", expone Robredo. Y es que, desde la Confederación Hidrográfica del Tajo, denuncian que "los daños generados por episodios de DANA están vinculados a una inadecuada política de ordenación territorial y un desarrollo urbanístico que ha conducido a la eliminación de las llanuras de inundación y al confinamiento de estos en trazados canalizados o entubados mediante infraestructuras mal dimensionadas que apenas admiten las crecidas ordinarias, siendo totalmente insuficientes ante situaciones extraordinarias". 

Muchas poblaciones se han construido sobre terrenos llanos, por los que en un momento dado discurría el río, pero que con el tiempo se ha ido secando. Sin embargo, son zonas inundables, es decir, que es probable que cuando ocurren fenómenos meteorológicos como la DANA vuelva a discurrir agua en ellos y provocar daños. "Mientras no haya agua, se pueden utilizar. Pero hay que ser conscientes de que se puede inundar en un momento dado", asegura Robredo.

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