Khadija Amin Periodista
OPINIÓN

En huelga de hambre para que se reconozca el apartheid de género en Afganistán

Tamana hospitalizada por su huelga de hambre.
Tamana hospitalizada por su huelga de hambre, que inició el 1 de septiembre.
CEDIDA
Tamana hospitalizada por su huelga de hambre.

Tamana Paryani, que va camino de dos semanas en huelga de hambre, ha visto como se deteriora su salud. Ha sido trasladada desde el lugar dónde protestaba a un hospital. Paryani insta a la comunidad internacional, especialmente a Alemania, a reconocer el apartheid de género aplicado por los talibanes contra las mujeres en Afganistán

Cree que Alemania debería pedir al resto de países del mundo que dejen de brindar apoyo financiero a los talibanes y, ateniéndose a la decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, también la prohibición de viajar por parte de los funcionarios del grupo terrorista talibán. Entre sus demandas también se encuentra liberar a los prisioneros políticos en Afganistán.

El mundo tiene que asegurar la libertad de las mujeres, sus derechos humanos en Afganistán y eliminar las crueles restricciones existentes, especialmente en la educación de las niñas y trabajo de las mujeres.

Tamana Paryani fue previamente encarcelada y torturada en Afganistán por los talibanes durante cuarenta y cinco días; el año pasado fue trasladada a Alemania tras ser liberada de la temida prisión, pero aún así no deja de luchar por la liberación de niños y mujeres. No está sola en su huelga de hambre, otras mujeres luchadoras en Alemania y otros países la apoyan y acompañan.

Varias mujeres combatientes de Afganistán han iniciado una huelga de hambre en Alemania, Estados Unidos, Noruega y Pakistán como continuación de sus protestas político-civiles contra el emirato talibán. La política de ignorar las legítimas demandas del pueblo afgano no sólo contradice las obligaciones de los países mencionados con respecto a las normas internacionales de derechos humanos, sino que también se considera una cooperación con el grupo criminal talibán.

El Frente de Azadi (Liberación) de Afganistán es un firme partidario de las luchas cívico-políticas de las mujeres afganas durante la lucha armada contra el emirato talibán. El Frente de Liberación de Afganistán cree que la lucha de las mujeres afganas complementa la guerra santa patriótica contra el régimen ilegítimo talibán, y dado que la totalidad de estas luchas tiene como objetivo garantizar las libertades contenidas en los documentos internacionales de derechos humanos, es adecuada especialmente los países que apoyan los derechos humanos y que deberían brindarles un apoyo incomparable.

El Frente de Liberación de Afganistán quiere que los países y los medios internacionales presten atención inmediata a las demandas legítimas de los huelguistas. Ignorar a los huelguistas no sólo es contrario a los valores humanos, sino que también plantea un grave desafío al derecho de los huelguistas a la vida y a la salud. Considerando la importancia fundamental del derecho a la vida como pilar principal de los derechos humanos, ignorar las legítimas demandas de los huelguistas aumenta la responsabilidad de los países respecto de los derechos humanos.

Heda Khomeosh y Mina Rafiq iniciaron el 7 de septiembre una huelga de hambre frente al Parlamento noruego para reconocer el apartheid de género de los talibanes en Afganistán.  Estas dos activistas por los derechos de las mujeres aseguran que recibieron el permiso de la policía noruega para realizar esta protesta civil. 

Sabra Akbari, una activista por los derechos de las mujeres afganas de Islamabad, dijo a Afganistán Internacional el pasado jueves que al menos 10 activistas por los derechos de las mujeres afganas han estado en huelga de hambre en Pakistán durante los últimos días. Masooda Kohistani en Barcelona-España, inició también una huelga de hambre en apoyo a la de Tamana y otras mujeres en Alemania, y un gran número de niñas y mujeres protestaron en apoyo con una sentada en Colonia.

Estas mujeres exigen a los países del mundo que Afganistán debería ser reconocido como un país donde el régimen terrorista talibán practica el apartheid de género.

Monta Faby Uno, miembro del colectivo LGBTI afgano, también ha iniciado una huelga de hambre en Melmo, Suecia. Él, que ha sido insultado muchas veces por su género y se vio obligado a abandonar Afganistán, ahora pide a la comunidad internacional y al gobierno sueco que reconozcan el apartheid de género contra las personas LGBTI y las mujeres en su país. 

Estas protestas han aumentado ante las restricciones de los talibanes a las mujeres. Como dicen las manifestantes, los talibanes han expulsado a mujeres y niñas de todos los campos y son objeto de cada vez más restricciones.

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