El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha impuesto al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales la prohibición de acercarse en un radio de 200 metros a la jugadora Jennifer Hermoso, así como comunicarse con ella durante la instrucción de la causa abierta por el beso que el primero le dio a la futbolista tras la final del pasado Mundial.
Tras tomar declaración durante unos 45 minutos a Rubiales, imputado por supuesta agresión sexual y coacciones a Hermoso, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 ha rechazado la petición de la Fiscalía de imponer al expresidente de la RFEF comparecencias periódicas ante el juzgado, así como la solicitud de la abogada de la jugadora, que ejerce la acusación particular, de embargar de forma preventiva los bienes del querellado.
La citación de este viernes ha sido la primera del proceso de instrucción iniciado por el juez de la Audiencia Nacional, que el pasado lunes admitió a trámite la querella de la Fiscalía e informó de que había solicitado los videos que recogen "desde todos los ángulos" el instante en que se produjo el beso, así como los momentos previos y posteriores. De Jorge deberá continuar las diligencias -como citar a Hermoso y testigos de los hechos- y decidir si envía el caso a juicio.
La prohibición de acercarse a menos de 200 metros de Hermoso, impuesta a Rubiales este viernes, es una medida cautelar, es decir, una imposición que se mantendrá en vigor mientras duren las diligencias. El juez ha rebajado, en todo caso, las cautelares que habían solicitado el Ministerio Público y la defensa de la futbolista.
La teniente fiscal Marta Durántez había propuesto, además de la imposición a Rubiales de comparecer cada 15 días en juzgado, una orden de alejamiento de 500 metros, que el juez ha reducido a 200. A la salida de la Audiencia Nacional han declinado hacer declaraciones tanto Rubiales como su abogada defensora, Olga Tubau, que defendió al exjefe de los Mossos d'Esquadra José Luis Trapero, que estuvo acusado por un delito de sedición por el operativo policial en el referéndum del 1-O.
El exdirectivo y su abogada han salido del edificio con semblante serio y han caminado hacia un taxi sin atender a los medios nacionales e internacionales que aguardaban a las puertas de la Audiencia. Al contrario que ellos, la defensora de Jennifer Hermoso, la experta en asuntos de violencia de género Carla Vall, ha salido sola del lugar -la futbolista no se encontraba allí- y ha mostrado a los periodistas su satisfacción tras la citación.
"Podemos seguir sosteniendo que fue un beso no consentido. Todo el país ha podido observar como no existía consentimiento y eso vamos a demostrar dentro de sala", ha asegurado la abogada.
Más allá de eso, Vall ha apuntado que aún es un momento "muy incipiente" del procedimiento y no ha detallado más información sobre lo acontecido en el interior de la Audiencia Nacional. Ha apuntado, eso sí, que "la señora Hermoso se encuentra afectada por un acto humillante que ha empañado un hito deportivo".
Rubiales permanecerá a la espera de saber si será juzgado por presunta agresión sexual y coacciones -la futbolista denunció ante la Fiscalía que el exdirectivo la había presionado a ella y a sus familiares para tratar de ser exculpado-. Eso sí, las primeras consecuencias del beso ya han recaído sobre él, que acabó dimitiendo de su cargo el pasado domingo tras asegurar que no lo haría. Culminaron así los cinco años que Rubiales ha pasado al frente de la RFEF.
La instrucción del caso tiene lugar en la Audiencia Nacional porque los hechos que se investigan tuvieron lugar fuera de España, concretamente en Australia, durante la celebración de la victoria española en la final de la Copa Mundial de fútbol femenino.
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