OPINIÓN

En positivo

El presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez y la líder de Sumar, Yolanda Díaz durante la Sesión Constitutiva de la XV Legislatura en el Congreso de los Diputados.
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz durante la Sesión Constitutiva de la XV Legislatura en el Congreso.
Alberto Ortega / Europa Press
El presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez y la líder de Sumar, Yolanda Díaz durante la Sesión Constitutiva de la XV Legislatura en el Congreso de los Diputados.

Yolanda Díaz le está haciendo el trabajo público a Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno no podía dormir pensando en Iglesias y los suyos. Yolanda Díaz los ha, hablando en vulgar, chapado: están tan y tan anulados y humillados que hoy dicen que exigen la continuidad de Irene Montero como ministra de Igualdad para investir a Sánchez. 

Por si existe la tentación, últimos datos de las consecuencias de la ley que ella tanto defendió y defiende y se negó a rectificar, la conocida como la ley del “solo sí es sí”: 1.205 rebajas de penas y 121 excarcelaciones de agresores sexuales.

El militante de base de Junts (sic), Carles Puigdemont, exige que alguien con galones y en representación del gobierno se reúna con él en Bélgica. Y Yolanda, como blanca paloma, es la elegida.

Sánchez y su corte creen que los cantos a la unilateralidad de Junts les pone las cosas más difíciles y Díaz concede una entrevista a 'La Vanguardia' en donde deja clarito que o se renuncia a la unilateralidad o no hay “amnistía”.

Y más cosas pasarán. Yolanda Díaz sabe que su grupo no va a volver a tocar poder durante mucho tiempo si Sánchez no consigue quedarse en La Moncloa. Por esto sirve con devoción y sonrisa perenne al presidente del Gobierno.

Mientras tanto, en Waterloo, se preguntan: “¿Cómo podemos recuperar la Generalitat sin que los nuestros nos insulten como a los republicanos?”

De momento, ganan por goleada en lo que al relato se refiere. Nada de lo que se ha hecho hasta hoy sería posible sin el concurso de ERC, pero parece que quien lo consigue es Junts. 

Sea como sea, en el Congreso ya se habla en catalán, vasco y gallego además de la lengua común. Como quien firma cree que la diversidad es riqueza, creo que el día 19 de setiembre de 2023 será recordado en positivo. Es una pena que estos avances se consigan por necesidad aritmética de los que quieren gobernar y no por propia convicción.

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