La investidura fallida del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya es pasado, y a partir de ahora PSOE y Sumar tienen previsto intensificar sus contactos para cerrar un acuerdo que permita a la izquierda reeditar su coalición de Gobierno. Y la coalición que lidera Yolanda Díaz tiene claras cuáles serán sus líneas maestras en una negociación que se prevé complicada: la vivienda pública, la reducción de la jornada laboral y la subida del salario mínimo, o el establecimiento de topes de precios a productos básicos.
Las conversaciones entre PSOE y Sumar llevan semanas en marcha, desde poco después de que las elecciones del 23 de julio arrojaran un escenario que permitiría a la izquierda seguir gobernando si amplía sus pactos con los partidos nacionalistas e independentistas. No obstante, hasta ahora los socialistas han optado por ralentizar la negociación con Díaz para que los focos se centraran en la falta de apoyos de un Feijóo que, tanto el miércoles como el viernes pasado, vio como el Congreso le negaba su confianza para ser investido presidente del Gobierno.
Además, fuentes de Sumar consideran que los socialistas tienen un segundo objetivo que explicaría por qué están retrasando el grueso de la negociación con Díaz: achicar el margen de maniobra de la vicepresidenta. Priorizando a Junts y ERC, Sumar quedaría en un segundo plano hasta que el PSOE finiquite las conversaciones con el independentismo. Y, si finalmente tienen éxito, Díaz tendría una presión mucho mayor sobre sus hombros para cerrar un acuerdo rápidamente, ya que a Sánchez solo le faltarían sus votos para ser investido.
Para intentar evitar este arrinconamiento, Sumar lleva desde prácticamente el día posterior a las elecciones pidiendo públicamente al PSOE meter una marcha más en las negociaciones. Fuentes de la coalición, no obstante, explican que en las últimas semanas los intercambios de documentos con los socialistas han sido poco productivos: a juicio de Sumar, el PSOE busca firmar un acuerdo programático mucho menos detallado que el de la pasada legislatura para que, así, el socio minoritario de la alianza no pueda reclamar el cumplimiento de algunas medidas concretas, como ha ocurrido en los últimos cuatro años.
Varias fuentes consultadas evitan ofrecer detalles sobre las iniciativas concretas que se están negociando, si bien otros dirigentes explican que, en general, Sumar quiere que la revitalización de las conversaciones a partir de esta semana se centre en los asuntos sociales, opacados en el debate público por la posible amnistía a los encausados por el procés. En concreto, la coalición dará prioridad a asuntos relativos al mercado laboral, como la reducción de la jornada o la subida del salario mínimo, y también intentará que el programa de la coalición de Gobierno incluya banderas de la izquierda a la izquierda del PSOE, como la construcción de vivienda pública o la limitación de los precios de algunos alimentos.
La jornada de siete horas y media
En la campaña electoral, una de las propuestas estrella de Sumar fue la reducción de la jornada laboral de las actuales ocho horas diarias a siete horas y media —37,5 horas semanales— este mismo año. El programa de la coalición, asimismo, establece que de cara al futuro "se abrirá un proceso de diálogo social para seguir reduciendo la jornada hasta alcanzar las 32 horas semanales", lo que supondría establecer por ley la jornada de cuatro días laborables sin reducción salarial. Asimismo, Sumar apuesta por "subir el salario mínimo interprofesional por encima del IPC anual para mantener la ganancia de poder adquisitivo" de quienes lo cobran.
En lo relativo a la vivienda, Sumar planteaba en su programa la necesidad de invertir durante la próxima década unos 10.000 millones de euros "en construcción, compra, movilización y rehabilitación de vivienda" para establecer un parque de pisos de alquiler social de "más de dos millones" de inmuebles. Además, Díaz ha defendido la puesta en marcha de un bono de 1.000 euros en un único pago para los hogares que tengan hipotecas a tipo variable por valor de hasta 250.000 euros, los más perjudicados por el alza de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE).
La líder de Sumar también lleva meses defendiendo —sin demasiado éxito— la necesidad de "establecer una cesta de la compra básica a precios asequibles, variada y de calidad, que permita el acceso de todas las familias a bienes esenciales y, a la vez, contribuya al objetivo de contención de la inflación", tal y como reza el programa electoral de Sumar. Inicialmente, Díaz se negó a plantear la limitación de precios como una opción, si bien hace unos meses se abrió a esta posibilidad, aunque por el momento el PSOE ha rechazado tajantemente poner en marcha cualquier medida de este corte.
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