Joan Ferran Historiador y articulista
OPINIÓN

Más policía

Agentes de la nueva promoción de la Guardia Urbana de Barcelona.
Agentes de la nueva promoción de la Guardia Urbana de Barcelona.
MIQUEL TAVERNA
Agentes de la nueva promoción de la Guardia Urbana de Barcelona.

Los problemas de seguridad ciudadana e incivismo no se resuelven con más policía, cierto, pero sin ella tampoco. Barcelona se ha puesto las pilas en temas de seguridad, al igual que lo han hecho otras ciudades del área metropolitana. En Santa Coloma el servicio de serenos y serenas cumple ya cuatro años; en Cornellà, Mataró y Sant Adrià también están por la labor. En la ciudad condal serán más de tres mil cuatrocientos los agentes locales que patrullarán las calles junto a efectivos de los Mossos d’Esquadra. 

La seguridad ciudadana es hoy es uno de los grandes retos de las políticas públicas. Combatir el incivismo, la delincuencia -o, por ejemplo, los altercados acaecidos tras los conciertos de la Mercè- no son cosa baladí, requiere profesionalidad y temple. 

La percepción de inseguridad debilita la confianza del ciudadano en las instituciones, genera inestabilidad política y favorece los discursos xenófobos y autoritarios. 

Reforzar la policía con nuevas incorporaciones, acentuando su vocación de servicio a la comunidad, es lo que procede. No hacerlo nos convertiría en una sociedad más débil y vulnerable. En los regímenes democráticos la fuerzas y cuerpos de policía son los encargados de proteger al ciudadano y hacer cumplir la ley. 

Intentar, como algunos pretendían, minimizar y desatender a nuestra policía es un despropósito. Honoré de Balzac nos dejó escrito: "Los gobiernos pasan, las sociedades mueren, la policía es eterna”. Eterna no sé, pero sí necesaria en estos tiempos que corren.

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