La vida después de ser 'enanito torero': "Claro que sentía que se reían de mí, pero con la pensión no me alcanza para nada"

Piden la suspensión de un espectáculo cómico taurino en Jaén con personas con acondroplasia "por denigrar su imagen".
Imagen de archivo de un espectáculo cómico taurino con personas con acondroplasia.
CERMI ANDALUCÍA
Piden la suspensión de un espectáculo cómico taurino en Jaén con personas con acondroplasia "por denigrar su imagen".

Con 12 años, Juana se bajó al ruedo, se plantó delante de una vaquilla y empezó a torear. No dejó de hacerlo durante más de 20 años, en los que viajó por toda España, Portugal y hasta cruzó el Atlántico para actuar en México. En sus propias palabras, era la "número uno", una excepción en un mundo de hombres. La mejor enana torera de España.

"Mi padre me llevaba de muy chica y siempre me gustó hasta que un día me metí en el ruedo, me enfrenté a lo que se llama el toro y hasta hace como cuatro meses atrás que lo dejé", explica Juana, que es en realidad un nombre ficticio por su expreso deseo de mantener su anonimato. Su padre también inculcó el toreo a otros dos de sus hijos, en un hogar compuesto, en palabras de Juana, por "tres hermanos bajitos y tres hermanos altos", su madre, "que es alta", y su padre, "que es bajito".

"La primera mujer torera taurina que ha habido he sido yo", relata la sevillana que ahora tiene 36 años. "A través de mí, vino una que era de Colombia por si a mí me cogía la vaquilla, para tener una mujer de repuesto. La chica toreaba, pero tenía un poco de miedo y yo, para mi jefe, siempre he sido la número uno".

Su padre, de oficio soldador, fue parte de los míticos espectáculos de "bomberos toreros", que se dejaron de hacer en 2017 tras décadas recorriendo las plazas de toros de toda España con sus corridas de personas con enanismo disfrazadas de bombero esquivando y siendo cogidos por vaquillas y provocando las risas y mofas del público. Los espectáculos cómico-taurinos se reciclaron con otros formatos, como el Popeye torero o el chino torero o, simplemente, los "enanitos toreros".

Todo acabó, en teoría, hace cinco meses, cuando una transposición de directivas de la Unión Europea aprobada por el Congreso modificó la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y añadió un texto bastante inequívoco: "Quedan prohibidos los espectáculos o actividades recreativas en que se use a personas con discapacidad o esta circunstancia para suscitar la burla, la mofa o la irrisión del público de modo contrario al respeto debido a la dignidad humana".

La retirada de Juana del mundillo, sin embargo, no vino a consecuencia de esta norma, sino de la preocupación por el bienestar de sus dos niñas pequeñas, una de ocho años y otra de dos.

"Me gustaba porque éramos como una familia, siempre apoyándonos, siempre respetándonos los unos a los otros. A las personas mayores, a los niños y a todo el mundo les gustaba nuestro espectáculo", relata Juana, vecina de un popular barrio de Sevilla. "Pero cuando me quedé embarazada, no es que tuviera miedo, porque yo nunca he tenido miedo, pero era más el significado de tener dos hijas y que te podía coger una vaquilla y dejar a tus hijas huérfanas".

- ¿Nunca sentiste que el público se reía de tu físico?

- "Claro que sentía que se reían de mí, no te digo que no, pero como, a mí, todos los trabajos que he tenido he visto que, con mi discapacidad, me duraban dos o tres meses y como yo cobraba una pensión de 400 euros y pico, que no me alcanza para nada, me tuve que dedicar a lo que me tuve que dedicar".

Un éxito moderado

La prohibición de los espectáculos de "enanitos toreros", que partió de dos iniciativas de Ciudadanos y ERC en el Congreso, pone fin a cuatro décadas y media de legalidad de esta actividad. En 1978, un real decreto introdujo en el Régimen de Seguridad Social de los toreros a los 2toreros cómicos", regulando así lo que venía siendo una profesión realizada por personas con acondroplasia desde principios de siglo.

Lo que entonces fue legislado con vocación de avance social, fue tornándose en un escandaloso anacronismo, más aún cuando otros países de nuestro entorno, como Francia, prohíben expresamente espectáculos vejatorios similares -en su caso, el lanzamiento de enano- desde hace más de 25 años.

"Lo triste es que un país que es líder y referencia en conquistas cívicas de colectivos en su día excluidos y vulnerables como lo referente a derechos LGTBI o el feminismo, siga amparando y consistiendo esta humillación y denigración a una discapacidad", declara Felipe Orviz, presidente de Asociación de Acondroplasia y otras Displasias Esqueléticas con Enanismo (Adee) España.

Imagen de un documental emitido por RTVE en 2014 sobre espectáculos cómico taurinos.
Imagen de un documental emitido por RTVE en 2014 sobre espectáculos cómico taurinos.
RTVE

Con todo, Orviz admite que la prohibición ha tenido una efectividad moderada. Si bien varios espectáculos cómico taurinos con participación de personas con enanismo han sido cancelados antes de llevarse a cabo -y un número desconocido no habrán llegado ni a proyectarse por la prohibición-, el veto ha tenido un alcance mucho más limitado en otras modalidades vejatorias como el alquiler de personas con acondroplasia para despedidas de solteros o solteras.

"Ahora, está de moda este tipo de espectáculos tan indignos y tan miserables que no sé qué pueden tener de gracioso el mercantilizar y esclavizar una condición física para reírse de ella… Estamos intentando hacer un protocolo con el Ministerio de Interior y las fuerzas y cuerpos de seguridad para que, cuando vean algún espectáculo de estos, actúen", declara Orviz.

Según cálculos de Adee España, poco más de una treintena de personas de un total de 4.000 personas con acondroplasia en España se dedican en estos momentos a este tipo de actividades. La inmensa mayoría son de origen extranjero, especialmente de Latinoamérica, y provenientes de un contexto socio-económico muy precario. "Suelen tener unas condiciones económicas muy vulnerables, personas excluidas económica y socialmente"- señala Orviz- "y se aprovecha de esa vulnerabilidad quien los contrata y quien los comercializa".

Pisadas de dignidad

Algunas compañías de "enanitos toreros" no llevaron bien la prohibición y mostraron su desacuerdo con carteles en los que reclamaban "libertad" para poder seguir ejerciendo legalmente su actividad. Según argumentaron los críticos con la prohibición, que se aprobó con la abstención de Partido Popular y Vox, ésta dejaba sin sustento a familias pobres que lo tendrán ahora muy complicado para salir adelante.

Un grupo de 'bomberos-toreros' protesta frente a las puertas del Congreso de los Diputados, el 27 de abril de 2023.
Un grupo de 'bomberos-toreros' protesta frente a las puertas del Congreso de los Diputados, el 27 de abril de 2023.
A. Pérez Meca / Europa Press

Precisamente con el objetivo de buscar una alternativa laboral "digna" a personas que se hubieran dedicado a estas actividades u otras similares, la Fundación ONCE implementó un programa bajo el nombre de Pisadas de Dignidad. El proyecto, cofinanciado por el Fondo Social Europeo, consta de tres itinerarios o "pisadas" que pueden producirse paralelamente y que tratan de empoderar, formar y asistir en el acceso al mercado laboral a personas con acondroplasia en riesgo de exclusión social. Los participantes, además, cuentan con un apoyo mensual de 667 euros durante nueve meses.

"El programa está pensado para personas que directamente han estado vinculadas al ejercicio de actividades cómico taurinas o personas que, siendo del mismo colectivo, se encuentren en una situación de vulnerabilidad tal que les convierta casi en objetivo de poder ser tentados a cualquier tipo de actividades de estas características sin tener alternativas", declara Beatriz Ávila, coordinadora del proyecto.

Pisadas de dignidad apenas tiene año y medio de vida y aún ninguno de sus participantes ha completado todo el trayecto. Juana, que entró hace cuatro meses, se encuentra en la primera pisada -autoconocimiento- con parte de la segunda, haciendo un curso de formación para el empleo de "control de accesos".

"Necesito un trabajo como sea", declara Juana. "Pero bueno, creo que si pongo empeño como tengo que poner, podré encontrarlo. Me encantaría, a mí siempre me ha gustado levantarme a las siete de la mañana e irme a trabajar, me da igual de qué, pero que sea algo estable".

No pasar nunca desapercibido

David Ibáñez tiene sangre de Huelva, pero nació en Hospitalet de Llobregat hace 46 años y trabajó durante 25 años "en la noche" de Barcelona, de camarero, animador y, cuando recibió la invalidez, de taquillero. Ibáñez es también una persona con enanismo.

"A mí me gustaba, pero claro, es un trabajo que es gracias al físico y al espectáculo y el show que estás dando por tener ese físico, no es por lo que valgas como persona ni por muchos otros aspectos que yo tengo", declara Ibáñez, que se mudó a San Fernando, Cádiz, "por amor" hace cinco años y entró en el proyecto de Pisadas de Dignidad hace uno.

David Ibáñez, en San Fernando, Cadiz, a donde se mudó hace cinco años "por amor" tras toda una vida en Cataluña.
David Ibáñez, en San Fernando, Cadiz, a donde se mudó hace cinco años "por amor" tras toda una vida en Cataluña.
CEDIDA

"Tener este físico, a la hora de encontrar trabajo, me ha facilitado algunas cosas y me ha perjudicado en otras", declara Ibáñez. "En el trabajo de la noche, del espectáculo, siempre he tenido un punto a favor por el espectáculo del enanito, de la broma, el cachondeo, lo gracioso que es… Hablando claro, no he tenido competencia, trabajo que se me ha presentado, trabajo que ha sido mío gracias a mi físico. Pero claro, en otro tipo de trabajo te cuesta mucho más, lo he tenido que demostrar mil veces más que otras personas".

Ibáñez recuerda un punto de inflexión en su vida. Con 13 o 14 años, empezó a ser consciente de las mofas y comentarios hirientes que probablemente había recibido siempre. También tuvo que dejar el equipo de fútbol donde jugaba por su condición física y se aisló. En ese momento, algo le cambió en la cabeza y, apoyándose en sus amigos, su familia, el deporte y una fuerza que logró sacar de dentro de sí mismo, forjó un carácter optimista y lleno de confianza que aún exuda al hablar.

"Era o quedarse ahí estancado o le echabas morro a la vida y yo le he echado morro", declara, orgulloso, Ibáñez, que ha ido reforzando esta idea hasta el día de hoy. "Yo iba a comprar al supermercado y, por no molestar a nadie, porque no llegaba a coger lo que quería, me iba del supermercado sin cogerlo. Pero, de un tiempo para acá, dije: 'A tomar por culo, si no llego, lo tendré que pedir'. Ahora, cualquier cosa que quiera y no llego, se lo pido al que pasa por allí, que no tiene que ser ningún dependiente del local, cualquier persona que pasa por ahí: 'Por favor, ¿me alcanzas?' Y sin problema ninguno".

Con todo, y a pesar del carácter optimista de Ibáñez, la vida de una persona con acondroplasia es siempre una lucha frente a la imposibilidad de pasar desapercibido. "Sales a la calle y ves cómo los ojos te están mirando a ti", declara el catalán. "No hace mucho, iba a coger el coche a las 8 de la mañana, en la puerta del garaje, un niño de 18 o 20 años se me pone a grabar. Yo iba de lo más normal y le dije que qué estaba haciendo, que le había visto que me estaba grabando. Simplemente se negó a enseñarme el móvil y se marchó. A mí, con mi carácter, a los dos minutos había olvidado todo eso, pero es desagradable".

Ibáñez es uno de los participantes del proyecto Pisadas de dignidad que se encuentra en una fase más avanzada.Tras unos excelentes -e inesperados por su parte- resultados en su formación para auxiliar administrativo, está listo para empezar una nueva vida en una ciudad que ya siente como propia y donde ya ha tejido numerosas amistades.

¿Y qué hay sobre la prohibición de los espectáculos cómico-taurinos? Ibáñez entiende las dos posturas, a favor y en contra. "Me imagino que habrá familias que han trabajado de eso toda la vida y que no tendrán otros recursos y que, gracias a ello, sobreviven y es su vida. Si es lo que quieren hacer realmente…", declara, comprensivo al otro lado del teléfono. Pero, tras un breve silencio, da la contraparte de forma más convencida. "Pero creo que, al día de mañana, lo que se busca es que la gente con acondroplasia tenga una vida mucho más sencilla de lo que hemos tenido que vivir los de nuestra generación, una generación que ha luchado y, ahora, las cosas tienen que cambiar".

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Redactor 20minutos

Escribo reportajes sobre cuestiones sociales desde conflictividad laboral y desigualdad económica hasta tendencias y consumo, con el denominador común de ser historias contadas a través de vivencias personales de sus protagonistas. Anteriormente, he cubierto información local y economía en 20 Minutos y fui corresponsal freelance en Colombia y Reino Unido.

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