Internacional

Zelenski pide "salvar la unidad" europea en torno a Ucrania y España se compromete a enviar otros seis lanzadores Hawk

Zelenski, a su llegada a la reunión de la comunidad Política Europea en Granada.
MIGUEL ÁNGEL MOLINA / EFE

Ha pasado más de año y medio desde que empezó la invasión rusa de Ucrania y el presidente Volodimir Zelenski ha pisado por primera vez desde entonces suelo español este jueves para estar presente en la cumbre de la Comunidad Política Europea que se celebra en Granada. Su viaje fue duda hasta última hora por razones de seguridad, y ha sido él mismo quien ha anunciado su llegada a la ciudad nazarí. "Nuestro objetivo conjunto es garantizar la seguridad y la estabilidad de nuestra casa común europea", escribió en redes sociales. 

Además, su primer paso en Granada fue un encuentro bilateral con el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. En declaraciones ante los medios a su llegada al encuentro Zelenski lanzó un mensaje: es el momento de "salvar" la unidad en torno a Ucrania, dijo, y eso es algo que implica "no solo a los países de la UE sino a los de toda Europa", es decir, también a los Estados del Cáucaso, presentes en la reunión y que tradicionalmente han estado en la órbita de Putin, así como a los Balcanes Occidentales.

En el encuentro Sánchez le ha prometido a Zelenski, que también se ha visto con el rey Felipe VI, un apoyo "sostenido" a Kiev, sobre todo con el envío de sistemas de desminado y con una oferta para seguir formando a los militares ucranianos. Lo más relevante en este sentido fue el compromiso español para el envío de seis lanzadores de misiles Hawk, que se suman a otros cuatro que ya se comprometieron hace tiempo. Por su parte, el presidente ucraniano considera clave reforzar las defensas aéreas con el respaldo de los aliados. En cuanto a la adhesión a la UE, España se ha comprometido a trabajar en ella, sobre todo desde la presidencia del Consejo. Sánchez, no obstante, aseguró que es necesario que Ucrania cumpla "con lo que se contempla en los Tratados".

"Estamos trabajando junto con socios para mejorar la arquitectura de seguridad europea, en particular la seguridad regional. Ucrania tiene propuestas sustanciales a este respecto", continuó, dejando ver que su país llega con exigencias pero también con una posición constructiva. De hecho, cómo se va a construir el futuro de Europa es el tema clave del encuentro, que reúne a casi medio centenar de líderes europeos. "Prestaremos especial atención a la región del Mar Negro, así como a nuestros esfuerzos conjuntos para fortalecer la seguridad alimentaria mundial y la libertad de navegación", concluyó el presidente ucraniano.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ejerció de anfitrión y entró con él en el plenario, expectante ante las palabras del líder ucraniano, vestido de nuevo de héroe. Sánchez empezó hablando de Lorca y después pasó la palabra a su homólogo ucraniano. The floor is yours, pareció decir el español, que es la frase que se repite en este modelo de cumbres cuando se pasa el micrófono. Y Zelenski no dudó: "Si lo que queremos es que ninguna ciudad de Europa viva lo que está pasando en Járkov, tenemos que seguir unidos", dijo, en referencia a uno de los últimos ataques de las fuerzas rusas.

Volodimir Zelenski asume que puede haber diferencias de criterios, pero la unidad es innegociable. Como suele ser habitual en sus intervenciones, el presidente ucraniano describió ante los presentes una cruel imagen de lo que se vive ahora en el país, con niños teniendo que dar clases bajo tierra para protegerse de las bombas. "¿Hay suficientes estaciones de metro en Europa para proteger a los niños?", preguntó. En este sentido, avisó a sus aliados de que si el conflicto "se congela" Moscú podría recuperar su arsenal militar para el año 2028. Kiev, por tanto, no descarta una guerra de años... aunque la quiere evitar.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, utilizó palabras muy directas dada la situación y aseguró que Europa "tiene la obligación" de seguir apoyando a Ucrania. Huyen en Bruselas de cualquier fricción o cansancio, porque además asumen que la guerra no se acabará en días o en meses; quizá ni siquiera en pocos años. "Un miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha lanzado un ataque contra un vecino pacífico, y esa agresión dura ya 588 días. Es nuestra obligación ayudar a Ucrania a prevalecer sobre el "derecho de la fuerza", expuso la jefa del Ejecutivo comunitario.

"Es nuestra obligación garantizar que se restablezca la arquitectura de seguridad europea. Para que en este continente todos los europeos puedan vivir en paz y libertad", comentó la dirigente alemana, en la misma línea en la que se pronunciaron otros líderes como el Alto Representante, Josep Borrell, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, o la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, con quien Zelenski también se vio a solas. Sánchez, por su parte, mantuvo otros encuentros bilaterales con el primer ministro finlandés, Petteri Orpo, y con la líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Sviatlana Tsikhanouskaya, invitada de honor a la cumbre y también con los líderes de Macedonia del Norte y de Montenegro, ambos países candidatos a la adhesión a la UE.

"La principal prioridad de Ucrania, especialmente a medida que se acerca el invierno, es fortalecer la defensa aérea. Ya hemos sentado las bases para nuevos acuerdos con socios y esperamos su aprobación e implementación. Este debería ser un día productivo para Ucrania y Europa en su conjunto", concluyó Zelenski, que ha puesto sus peticiones sobre la mesa de quienes hasta ahora han sido sus aliados. Luchar contra la fatiga por la guerra está también entre manos de los líderes. Europa, mientras, asume su nueva realidad.

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