Mortadelos

Cualquier decisión política tendente a humanizar las ciudades repercute directamente en la calidad de vida de sus habitantes. Barcelona rendirá homenaje al historietista Francisco Ibáñez ubicando en algunas de sus calles semáforos con las siluetas de Mortadelo y Filemón. 

Pero más allá del merecido reconocimiento al dibujante y a sus personajes más entrañables, hay también un loable intento de recuperación de la memoria colectiva, de la cultura popular y de las vivencias personales de muchos ciudadanos. 

Cuando Jaume Sisa compuso la canción ‘Qualsevol nit pot sortir el sol’ fue capaz de retratar la Barcelona underground de los años 70 y en sus estrofas ya estaban Mortadelo y Filemón. 

Hoy, con el beneplácito de todos, nuestros héroes del cómic están destinados a formar parte del paisaje más amable de la ciudad. Lo harán, sin disfraz, encaramados a un semáforo. ‘Oh benvinguts passeu, passeu’ musitaba el cantante galáctico invitando al personal a la casa de todos.

¿Acaso una ciudad no es también la casa de todos? Berlín vende como souvenir a los visitantes el ‘Ampelmännchen’, el hombrecito del semáforo más famoso del mundo. Con los brazos en cruz y en rojo prohíbe cruzar la calle, en verde e iniciando la marcha invita a pasar. Creado en la RDA en los años sesenta la silueta de este personaje se ha convertido en un icono para los berlineses. 

Quién sabe si en un futuro no muy lejano Mortadelo, Filemón y Ofelia Michelínez llegarán a ser iconos exportadores de sonrisas y buen rollo barcelonés.