El proceso de separación entre Angelina Jolie y Brad Pitt se ha convertido en todo un quebradero de cabeza para la actriz. Y es que, no solo tienen problemas por cómo dividir su patrimonio, sino que lo que más le preocupa a la que diera vida a Maléfica es la custodia de sus hijos.
Durante la década que ambos estuvieron juntos tuvieron seis hijos. Los tres mayores, Maddox, de 22 años, Pax, de 19, Zahara, de 18, fueron adoptados. Tras ellos tuvieron biológicamente a Shiloh, de 17, y los gemelos Knox y Vivienne, de 14.
Por ello, ahora la directora de cine ha pedido al gobernador de California, Gavin Newsom, que expulse al juez encargado de su caso acojiendose de la "Ley de Piqui". Del inglés, "Piqui's Law" es un reglamento relativamente nuevo. Y es que se aprobó en septiembre de este mismo año en el país tras la muerte de Aramazd "Piqui" Andressian Jr, un niño de 5 años asesinado por su padre durante una encarnizada batalla de custodia con su madre.
De acuerdo a esta ley, Jolie pide que los mediadores legales de su caso formen parte de "programas de formación sobre violencia doméstica y el impacto del abuso infantil y el trauma". Todo ello para proteger a sus hijos de la violencia doméstica que, según ha asegurado la cineasta, han sufrido por parte de su padre.
John Ouderkirk, el juez, se negó a dejar que los hijos del matrimonio testificaran sobre la violencia. Y es que Ouderkirk tenía conexión en negocios con Pitt. "Esto es personal para ella, y con razón", ha asegurado una fuente cercana a Daily Mail. Y es que, Angelina no solo estaría luchando por su propio caso, sino por todas las familias que han sufrido como ella.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios