Diego Carcedo Periodista
OPINIÓN

Hamás reta a Israel

Las fuerzas de seguridad israelíes evacuan a una mujer herida de un lugar alcanzado por un cohete disparado desde la Franja de Gaza, en Ashkelon, sur de Israel
Las fuerzas de seguridad israelíes evacuan a una mujer herida de un lugar alcanzado por un cohete disparado desde la Franja de Gaza, en Ashkelon, sur de Israel
AP
Las fuerzas de seguridad israelíes evacuan a una mujer herida de un lugar alcanzado por un cohete disparado desde la Franja de Gaza, en Ashkelon, sur de Israel

Hamás, la organización palestina considerada terrorista que gobierna desde hace diez años en la Franja de Gaza lanzó por sorpresa este fin de semana en que se cumplía medio siglo de la guerra del Yom Kipur, un ataque masivo contra Israel por tierra, mar y aire como fue descrito, en el que han muerto cientos de personas, millares de heridos y varios israelíes secuestrados. La operación, preparada desde hace varias semanas, dejó en evidencia los servicios secretos israelíes —considerados como de los mejores del mundo—, y consistió en el lanzamiento de cohetes —alrededor de cinco mil, algunos lanzados desde parapentes—, embarcaciones, junto con ataques directos de comandos armados que se infiltraron en algunos pueblos al sur de la Franja.

Algunos cohetes alcanzaron las dos ciudades más importantes del País. Jerusalén y Tel Aviv, así como Ashkalon o Nativof. Uno estalló en un kibutz donde estaban celebrando una fiesta y mató más de una docena de personas. Lo que más ha sorprendido ha sido que un comando consiguiese superar la seguridad y adentrarse en una base militar. Algunos medios internacionales calificaron la operación desencadenada por Hamás como salvaje y hasta la propia prensa israelí lo considera como un fracaso de sus sistemas de seguridad. El diario Haaretz, quizás, quizás el más influyente del país, lo describe como "un destrozo de la doctrina de defensa operativa". El ministro de Seguridad Nacional declaró inmediatamente el estado de alerta y ordenó la reincorporación a las Fuerzas Armadas de cerca de 200.000 reservistas. El primer ministro, Benjamín Netanyahu anunció que Israel vuelve a estar en guerra, pero "la ganaremos", afirmó lo cual se interpreta como el anticipo de una fuerte represalia.

Por su parte, el líder de Hamás, Ismail Haniyed, que gobierna en la Franja enfrentado con el Gobierno de la Autoridad Palestina con sede en Ramallat, y el respaldo por otras organizaciones terroristas como Hezbolá y especialmente Irán —que es el principal suministrador de los cohetes— declaró que se trataba de un acto de dignidad nacional y como respuesta a las ofensas judías a la mezquita de Al Aqsa, en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén. El ataque fue perpetrado por las llamadas Brigadas del Al-Qassam, que ya ha cometido otros atentados a los que respondió Israel con todo el peso de sus fuerzas de seguridad, especialmente la aérea, dejando centenares de víctimas.

Netanyahu, en su declaración de guerra, prometió que Israel vencerá una vez más y la amenaza tardó muy pocas horas en empezar. En los enfrentamientos murieron varios miembros de los comandos que se incrementaron hasta ciento vente con las víctimas de los primeros bombardeos contra las sedes militares de Hamás en la Franja. Coincide esta situación grave con una crisis política que se viene complicando en Israel prácticamente desde que Netanyahu, que había sido primer ministro más de doce años, asumió de nuevo vez la jefatura de un Gobierno de coalición con fuerzas extremistas que no se entienden y al que los analistas auguran un mal futuro. Mientras tanto, la reacción internacional de apoyo a Israel no se ha hecho esperar.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas convocó una reunión de urgencia para analizar la situación en la tarde del sábado y tanto la ONU como la OTAN y la Unión Europea hicieron públicas sus condenas. Numerosos gobiernos enviaron mensajes de solidaridad con Israel y de censura a Hamás por sus ataques indiscriminados contra civiles. El presidente Biden de los Estados Unidos ofreció la ayuda norteamericana si, como se teme, el conflicto se agrava. Entre los países que han expresado su solidaridad con Israel están Egipto, Jordania, Emiratos, Marruecos y el que más ha sorprendido el de Arabia Saudita, que se halla en negociaciones para establecer relaciones diplomáticas con Israel. La prensa internacional también censura a Hamás, pero coincide en su temor a que la represalia israelí cueste nuevas vidas y que incluso acabe derivando en una nueva guerra. La tensión que se ha creado rebasa las fronteras y una de las posibles consecuencias que se barajan es que Israel ocupe de nuevo la Franja con sus dos millones y medios concentrados en 365 kilómetros cuadrados.

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