![El buitre observa la carroña y prepara su digestión.](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_360/uploads/imagenes/2023/10/09/pexels-karen-alchin-797670.jpeg)
Qué condena más grande es la de tener una opinión para todo. Qué pereza absoluta produce la obligación de saber quién es el bueno de cada una de las disputas que se van sucediendo en la vida. Qué señal de ignorancia supone convertir en dogma cualquier tontería y encontrar una palabra acusadora para los que no piensan como tú con la que te proteges de tu ignorancia cobarde.
Ni silencio, ni prudencia, ni respeto. Rápidamente se abre el armario y se busca el atuendo ideológico que toca según el día. La simplificación es el camino más fácil. Si eres de izquierdas simpatizas con Palestina y tendrás que hacer la vista gorda en unos cuantos asuntos que no son entendibles. Si eres de derechas, en teoría, tendrás que empatizar con Israel y llevar hasta las últimas consecuencias un discurso que, a veces, no se sostendrá.
Si eres de izquierdas simpatizas con Palestina y tendrás que hacer la vista gorda en unos cuantos asuntos que no son entendibles.
No dieron tregua. Unos minutos después de que cayeran los cohetes, un rato después de que se vieran las primeras imágenes, ya estaban poniendo comentarios en la red social de siempre. No tienen medida, ni respeto, ni profundidad ideológica alguna. Son fanáticos y se retratan rápido. Los unos y los otros. Incapaces de escuchar, de pensar, de callar, de dejar que pase el tiempo.
Algunos obedecen a una llamada tribal. Hay grupos de difusión que los invitan a reproducir un mensaje. Son antenas, repetidores, tontos útiles que no tienen otra cosa que hacer y que jamás se sentarán a leer o a investigar algo sobre lo que opinan. No tienen tiempo. Al que opine contrario lo llamarán negacionista, ultra o lo que toque en cada momento y al que tenga reservas, dudas y silencios, lo llamarán equidistante, como si esa descalificación les diera a ellos algo de razón.
Hemos sido siempre así y es complicado cambiar. Germanófilos y aliadófilos. Por OTAN y anti OTAN. Siempre nos ha gustado vivir y opinar sin términos medios, sin matices, sin señalar los excesos de ambos bandos, sin pedir la paz, ni soñar con que otros ayuden a conseguirla, sin pensar en las víctimas inocentes que son muchas y evidentes. Esto es lo que hacen las aves de rapiña, alimentarse en la podredumbre, crecer en la ignorancia, barrer para casa y aprovecharse del horror.
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