Uno de los símbolos más representativos de Madrid es el Oso y el Madroño. Esta imagen aparece en el escudo de la ciudad, en la bandera, en el logotipo del Ayuntamiento y en una famosa estatua situada en la Puerta del Sol. Pero, ¿qué significado tiene este emblema y qué relación tiene con Madrid?
El oso y el madroño son dos elementos de la naturaleza que han estado presentes en la historia de Madrid desde hace siglos. Según los historiadores, el origen de este símbolo se remonta al siglo XIII, como resultado de un conflicto entre el concejo de Madrid (entonces la Villa) y el clero. El motivo del enfrentamiento era el aprovechamiento de los pastos y los árboles frutales que había en las inmediaciones de la ciudad.
Finalmente, se llegó a un acuerdo entre las partes, y se decidió que el oso del escudo pasara a apoyarse sobre un madroño, cabe suponer que como símbolo de armonía y concordia. Hasta este evento, donde aparece por primera vez el oso rampante y el madroño, la figura era solo un oso, apoyado sobre las cuatro patas.
La leyenda sobre el origen del oso en el escudo de Madrid
Además de la explicación histórica, existe una leyenda popular que narra el origen del oso en el escudo. Cuenta la leyenda que el rey Alfonso XI (1311-1350), cazó un enorme oso pardo en los montes de Madrid. Tras su captura y muerte, orgulloso de la hazaña, decidió incluir la figura del úrsido en el símbolo de la ciudad.
El oso se extinguió en Madrid en el siglo XVIII, pero hasta entonces, los bosques de Madrid era un territorio bien poblado por estos animales. No solo Alfonso XI era un reconocido cazador de esta especie en el territorio de Madrid. El historiador y militar Gonzalo Argote de Molina recoge en una de sus obras, que los Reyes Católicos trataron de abatir a un oso pardo en el Manzanares en 1582, que finalmente logró escapar.
La estatua del Oso y el Madroño de Madrid
La representación escultórica del Oso y el Madroño en Madrid es una estatua de piedra y bronce que mide cuatro metros de altura y pesa 20 toneladas, obra del artista Antonio Navarro Santafé. La estatua se inauguró en 1967, y se colocó inicialmente en el inicio de la calle Alcalá. Sin embargo, en 1986 se trasladó a la calle Carmen. Finalmente, en el 2009, tras la reforma, la escultura de El Oso y el Madroño regresó a su ubicación inicial.
La estatua del oso y el madroño es uno de los puntos más emblemáticos y fotografiados de Madrid, y también uno de los lugares más frecuentes para quedar con amigos y como referencia geográfica. El Oso y el Madroño es un símbolo que refleja la identidad y la historia de Madrid.
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