El SON Estrella Galicia Posidonia cierra su séptima edición con una combinación única de música, gastronomía y sostenibilidad

El festival SON Estrella Galicia Posidonia se podría resumir de muchas maneras. Sin embargo, su singularidad merece una definición que se escape de sus tres bases -música, gastronomía y sostenibilidad-. Si se vive desde dentro, resulta imposible no describir este evento como lo que es: una experiencia única e incluso necesaria, por su compromiso con la cultura y, sobre todo, con el medioambiente. 

Formentera volvió a acoger este año el festival, que se celebró entre los días 6 y 8 de octubre, un periodo ideal para decir adiós -ya sí- al verano. La séptima edición arrancó manteniendo las propuestas que siempre han caracterizado a esta cita, como el secretismo en su cartel -los nombres de los artistas no se revelaron hasta la tarde que daban comienzo los conciertos- o la apuesta por la buena cocina y el impacto positivo. 

Botellín de cerveza en mano, un total de 350 afortunados disfrutaron en el exterior del Hotel Gecko, en la playa de Migjorn, de tres días de buen ambiente marcados por la música de bandas como Carolina Durante -las estrellas del último cartel-, la cocina de Pepe Solla, chef Estrella Michelin, y el desarrollo de nuevos retos para proteger el planeta y cuidar lo local.

Primer plato: Carolina Durante y música ecléctica

El SON Estrella Galicia Posidonia demostró un año más su interés por la música que despunta hoy en día y por el talento que triunfa dentro y fuera de nuestras fronteras. Y, para muestra, un botón: el cartel estuvo marcado por una retahíla de nombres que daban como resultado una combinación interesante por la mezcla de géneros, propuestas musicales y procedencias -se puso el ojo, especialmente, en bandas europeas-.

De esta forma, el festival abrió sus puertas el viernes -el día más 'internacional'- a las 18.30 horas, momento en el que los asistentes empezaban a recoger sus pulseras -a los fumadores se les entregaba, además, un cenicero portatil con el fin de mantener el espacio limpio y respetar, así, la propuesta medioambiental-. A partir de este momento, la música de Dj T. Monet acogía a los primeros asistentes, que podían bailar, tomar asiento con vistas a la playa o comer y beber en los merenderos.

A partir de las 21.30 horas, Crystal Murray, cantautora francesa de R&B, fue la encargada dotar de energía el escenario gracias a su presencia arrolladora. El público no pudo dejar de bailar -incluso con los pies descalzos- hasta el final del concierto, que continuó con la actuación de Grove. El dúo originario de Reino Unido ofreció una sesión de música electrónica que con tintes de hip hop y bases experimentales. Tomaron el relevo los belgas Tukan con su fusión de electrónica, post-rock y jazz. La encargada de cerrar la noche fue la misma que la inauguró: Dj T. Monet.

El primer día dejó el listón, pero el sábado contaba con la gran promesa del cartel, Carolina Durante -propuesta a la altura de grupos de años anteriores, como Lori Meyers o Jorge Drexler-. De esta manera, la formación madrileña congregó un gran interés que se percibió, sobre todo, en las primeras filas, que disfrutaron -entre abrazos, gritos y pogos- de un concierto repleto de temas míticos -entre ellos, Cayetano, Las canciones de Juanita o Perdona (ahora sí que sí)- y cercano, pues el escenario apenas separaba a los artistas del público, lo que aportaba cierta magia e intimidad a las actuaciones. El buen ambiente siguió vivo de la mano de La Dame Blanche y su mix de hip hop, cumbia, dancehall y reggae; que siguió con la carisma de LaPili y a ritmo de afrofusión.

El domingo fue el día más tranquilo, aunque la fiesta comenzaba unas horas antes. La sesión de los Djs El cuerpo del disco amenizó la hora del Brunch -entre las 13.00 y las 15.00 horas- y después llegaron los italianos Mind Enterprises, que actuaron hasta las 16.00 horas, cuando los productores españoles volvieron a ponerse al mando de la mesa de mezclas. A las 19.00 horas, la música dejó de sonar, pero el buen sabor de boca permaneció (en todos los sentidos).

Segundo plato: Gastronomía a la altura de la cita

El chef Pepe Solla, un habitual ya en el SON Estrella Galicia Posidonia, repitió un año más ofreciendo una propuesta gastronómica adaptada a la cita, combinando productos locales y de origen gallego -como la cerveza- y buscando el disfrute de todos los paladares: en las mesas había comida para personas con intolerancia a determinados alimentos, vegetarianas y veganas. Por tercer año consecutivo, Solla pretende reforzar el cuidado del medioambiente desde la gastronomía. Él mismo lo contaba recientemente a 20minutos: "Uno de los retos cada año es ir reduciendo emisiones, la huella de carbono que dejamos, y cada año como objetivo es ir bajándola a cero emisiones"

Aplicando esta filosofía, y en colaboración con con Galicia Calidade y Ternera Gallega, desde la cocina se ofreció un menú en el triunfaron platos como el Pastrami de lacón con pimientos de Herbón, los mejillones al curri verde, la variada tabla de quesos, las hamburguesas y la merluza de Estrella Galicia al vapor con romesco, wakame y tempura de shitake. 

Tercer plato: una apuesta por el cuidado del planeta

SON Estrella Galicia Posidonia se presentó este año con novedades para alcanzar el impacto positivo y reforzar el vínculo con la isla balear. Para ello, anunció unos meses atrás la posibilidad de acceder con antelación a los abonos a través de un reto. Entre el 31 de julio y el 6 de agosto, 150 personas fueron a por esta recompensa cumpliendo una serie de hábitos sostenibles.

Además, el festival ofreció el sábado una ruta por el Pilar de la Mola -con actuaciones en medio de la naturaleza incluidas, como la que ofrecieron las aragonesas Ixeya-, Can Marroig y Pi de Català, así como brindó un taller de Cultura de Cerveza. Una manera más de acercar al público a una experiencia privilegiada, en un entorno mágico e idóneo para pasar un fin de semana de ensueño. El próximo año, más y mejor.