Condenado en Sevilla un joven de 20 años por abusar sexualmente de su novia de 12 tras conocerla por Instagram

La Audiencia de Sevilla ha condenado a 12 años de cárcel a un joven, por delitos de abusos sexuales y de lesiones cometidos sobre una menor que contaba 12 años de edad cuando la misma era su novia.

En una sentencia emitida el 26 de septiembre la Audiencia de Sevilla declara que el acusado de 20 años, pero entonces de 19, contactó a través de la red social Instagram con una menor de 12 años de edad, a la que "inicial y erróneamente hizo creer que también era menor", de tal modo que entablaron trato, preguntándole él si "era virgen y su edad" y confirmándole ella que lo era y que tenía 12 años.

La audiencia declara probado que, con el propósito de mantener relaciones sexuales con ella y a fin de que la misma accediera, le propuso ser su novia, comenzando una relación sentimental con encuentros todos ellos acompañados de amigos, pero ante las evasivas de la menor a mantener encuentros íntimos con él, la dejó.

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La condición para reanudar la relación

El inculpado reconoció en el juicio que los sentimientos y la edad de la menor "le hacían fácilmente manipulable", y por eso retomó el contacto con la misma manifestándole que reanudaría la relación si accedía a mantener "relaciones sexuales completas con él" y que cuando se produjera el encuentro "debía llevar vestido y tener depilada la zona genital". 

La sentencia detalla que, finalmente, la menor accedió a las pretensiones del inculpado y que el acusado la condujo "a un garaje de unos bloques hasta llegar a las escaleras de acceso del mismo, donde le introdujo la mano por debajo de su vestido y seguidamente los dedos dentro de la vagina, a pesar de que ella le decía que no quería".

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Ella "le pedía que parara"

También declara probada la sentencia que "sacó su pene del pantalón" y le pidió "que se sentara encima de él" y fue entonces cuando "le penetró sin preservativo en varias ocasiones". El condenado paró en un momento dado "ante las quejas de dolor de la menor" que "le pedía que parara" para, acto seguido, "volver a penetrarla nuevamente".

Dado el caso, la Audiencia de Sevilla, de conformidad con el acusado al haber reconocido el mismo los hechos, condena a diez años de cárcel por un delito de abuso sexual con las agravantes de parentesco y de género, con 17 años de prohibición de acercarse a la menor o comunicarse con ella y ocho años de libertad vigilada post penitenciaria; así como a dos años más de prisión por un delito de lesiones. También se le impone una indemnización para la menor con 15.000 euros.