Una semana después de la matanza perpetrada por los terroristas palestinos de Hamás en enclaves en Israel, se siguen conociendo pequeñas historias contadas por los supervivientes.

Uno de los centros neurálgicos del horror fue el kibbutz Kfar Aza, donde los terroristas mataron a más de 100 personas, incluidas mujeres y niños. Una de las supervivientes fue una niña de 13 años y su familia, que hablaron con la cadena estadounidense CBS para relatar su historia.

Renana Botzer Swissa dijo que eran las 6:22 de la mañana cuando escuchó las alarmas sonar en su aldea, "y me quedé helada". "Tuve un ataque de pánico", dijo.

La niña, sus padres y su abuela corrieron a su habitación segura, donde se escondieron y rezaron durante 16 horas mientras Hamás arrasaba su comunidad. Su madre la ayudó a mantener la calma diciéndole que pensara en un concierto de Taylor Swift al que planean asistir el próximo verano, dándole la esperanza de llegar a junio y salir con vida.

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Pero el terror era inevitable: "Pensé que si iban a entrar a mi casa, a mi habitación, no sabía qué iban a hacer. ¿Me violarían? ¿Me secuestrarían, me matarían?", dijo la menor.

Más tarde esa noche, escucharon las voces de soldados israelíes que se acercaban. Cuando salieron del refugio, Renana dijo que no reconocía su casa. "El olor cuando salimos era simplemente el olor de la guerra", dijo.

La madre de la joven, Ilanit, dijo que su hija hizo una promesa mientras se refugiaban. "Ella me dijo: 'Si vamos a lograrlo juntas, dejaré que me beses cuando quieras'. Porque siempre la estoy besando y ella siempre dice: 'Para, mamá. Para, mamá'. Desde entonces, la beso cada minuto", dijo la superviviente.